El sorpresivo acuerdo entre Kirchner y Lavagna para reconstruir el partido justicialista con la inclusion del economista acompañando al ex primer mandatario, sorprendio a todo el espectro politico pero fueron los radicales burocraticos encabezados por el jujeño Morales los que quedaron mas descolocados, esta claro que para los otrora radicales L las cosas no les vienen saliendo bien, su apuesta en las ultimas elecciones presidenciales no movio el amperimetro, en la provincia de Buenos Aires los resultados fueron catastroficos, aunque como es su costumbre sigan alardeando de lo que no es, lo cierto es que leer declaraciones pegadas en las paredes de la ciudad de las diagonales del presidente de la Convencion Nacional Adolfo Stubrin, otro de los bastoneros del acuerdo electoral con Lavagna o escuchar declaraciones radiales como las de Morales criticando a Lavagna demuestra ya no su incapacidad politica claramente manifiesta por los aconteciminetos, sino su mas absoluta falta de dignidad, porque seguir buscando excusas a sus errores acusando a los demas es algo a esta altura, al menos patologico en esta fauna politica.
Lavagna es consecuente, siempre se presento como la version prolija de K, haber creido otra cosa y pretendido hacer creer a los votantes otra no solo es responsabilidad de L , sino de todos aquellos dirigentes que impulsaron e impusieron su candidatura presidencial ( censurando el debate, interviniendo comites y expulsando afiliados), por favor señores no hagan mas declaraciones payasescas invocando principios y conductas que son incapaces de cumplir, lo mejor que pueden hacer si realmente quieren que el radicalismo se normalice siguiendo los pasos del PJ, es al menos, si les queda algo de dignidad presentar su renuncia indeclinable a ocupar cualquier cargo partidario y dedicarse a hacer huerta, seguramente le harian un gran favor a la UCR y a la ciudadania argentina. Saludos Cordiales.
PD: es una expresion de deseos que sabemos no se cumpliran de alguien cansado de tener que soportar como se ensucian paredes pegando declaraciones que no solo a nadie le importan sino que nadie cree por lo absurdas.
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