Había una época hace bastantes años atrás que consideraba que querer era poder, era fácil decirlo y exigirlo, sobre todo si las responsabilidades de uno se reducían ser un joven militante partidario que en ese proceso de sociabilización de toda persona que compartió con una generación la apertura democrática de hace 25 años atrás. Recuerdo de aquellos tiempos el desastre de Malvinas, la dictadura militar en retirada, la euforia democrática del 83, las criticas que hacíamos al posibilismo alfonsinista, después vivimos la restauración conservadora del peronismo menemista de la mano con Cavallo y sus relaciones carnales, la defraudación del Chacho Alvarez y De La Rua, el abismo del 2001, Duhalde en su intento de salvar la ropa del infierno, la salida del infierno y el purgatorio versión K y por estos días estamos viviendo un clima enrarecido( Tractorazos, cacerolazos, intentos de desabastacimiento, acusaciones sobre golpismos, medios masivos diciendo que no hacen lo que hacen, inflación, pujas sectoriales, etc).Siempre pensé que conocer el pasado, es fundamental para entender el presente y poder intentar un futuro mejor, es evidente que aprender de la historia no esta entre nuestras virtudes. Hace tiempo que con algunos amigos venimos intercambiando lecturas y opiniones sobre la tan nombrada década del 70 y los llamados setentistas ( es central entender que impulso a esos jóvenes veinteañeros a la acción directa lindera con una infantil ingenuidad política y comprender las consecuencias de tamaños errores históricos), es indudable que el 76 marca claramente un antes y un después, esta claro que en estos 25 años de recuperación de las formas democráticas no fuimos capaces de reparar la fractura socioeconómica y el modelo impuesto se mantiene incólume, soy un convencido, diría un autentico escéptico, sobre el proceso político mundial y argentino en particular, ese cuento tan new ege que la crisis es oportunidad para mi humilde entender es parte de este acostumbrarnos a estar mal, eso si con resignación terapéutica. Desde el brutal golpe del 76( para no irnos mas atrás) en Argentina todas las salidas de las crisis recurrentes han sido por derecha, para hablar del 2001, donde ciertos sectores de izquierda vieron no se que movilización asamblearia como mecanismos de democracia directa, que eran clases medias protestando con sus cacerolas por que les tocaron sus bolsillos y sus sueños de viajar a Miami para comprar dos electrodomésticos que a los meses pasaban de moda , que son los antecesores directos de la llamada protesta rural reciente acompañada por las cacerolas vip. No puedo ver otra cosa que una nueva manifestación absolutamente individualista, egoísta y absolutamente en defensa de intereses particulares( diríamos: ¿que protesta o movilización no lo es?) claramente las que hacían aquellos jóvenes setentistas dispuestos a sacrificar su vida por el supuesto interés de una sociedad mejor, era una apuesta desde lo individual hacia el bienestar general, considero que es la primera gran diferencia de este proceso que estamos viviendo estos últimos 25 años.
Recurro a una cita de Nicolas Casullo “La ideología de mercado (triunfante) plantea el mito de la individuación, de una privatización , de la negatividad de la política, que desvaloriza la militancia y todo lo que tenga tinte colectivo, social y organizado” de ahí comprendamos eso que los medios repiten y después todos repetimos sobre las movilizaciones “espontáneas” y “las arriadas” los piquetes mal y los piquetes bien.
Ahora volviendo un poco sobre lo fácil o cómodo que a veces se nos hace correr a todos por izquierda desde no se que búsqueda de ser la hoja pura de la rama del tronco del árbol de la pureza ideológica, y creer que el “progresismo” pasa por escuchar cantautores españoles, citar dirigentes de izquierda o usar una remera del Che como muestra de rebeldía, confieso que nunca me puse una remera, para mi las frases hechas son solo eso y entre los cantautores me quede en Piero, no obstante suelo caer en esa soberbia, ya no producto de la juventud, de criticar a los que tienen responsabilidades de gobernar, desde la comodidad del decir. Hace años que vengo manifestando mis dudas sobre el guión K, también hace tiempo que veo que el Teorema de Telerman se hace cada día mas cierto.
El problema central de la política nacional no es el “oficialismo” que es lo que hay sino la “oposición” que se cree lo que no es y para terminar estas reflexiones sobre las posiciones de izquierda voy a citar nuevamente a Casullo : “la izquierda, históricamente, es incapaz de situarse en un mundo en donde hay relaciones de fuerza concretas. Uno puede no estar de acuerdo con el Gobierno, con todas sus contradicciones, con todos sus personajes lamentables, pero debe al menos saber perfectamente como se constituyen las relaciones de fuerza. Porque del otro lado no estaba solo el chacarero, con sus necesidades y sus reivindicaciones. O no estaba el chacarero como principal termino de la contradicción. Del otro lado había otra cosa. Y eso la izquierda no lo sabe leer, y si lo lee lo hace a la vieja usanza. La izquierda, cuando esta frente a una contradicción determinante en la que el peronismo es el protagonista de uno de sus términos, se enceguece y no se da la oportunidad de tener siquiera algún atisbo de apoyo critico, por mas que el otro termino de la contradicción este lo que esa misma izquierda dice combatir. Es capaz, incluso, de encolumnarse en cualquier movimiento de derecha con tal de golpear a un gobierno peronista. Salvo en ciertas circunstancias, como en 1962, con la nacionalización de vastos sectores, o en 1970-71, donde inmensas capas medias fueron progresivamente hacia el movimiento popular, la izquierda tuvo inclinación por coincidir con la derecha moral o supuestamente ética que entender por que, en determinadas circunstancias, hay que apoyar al peronismo, aunque no guste demasiado.”
Alguna vez escuche hablar de izquierda pituca, de izquierda gorila, izquierda democrática, izquierda moderna, izquierda socialdemócrata, izquierda cristiana, o de centroizquierda progresista, algún día espero escuchar y hablar de una izquierda de izquierda.
Me despido desde la Agro-Izquierda-Anarco-Individualista -Autoconvocada Línea Fundadora del Quinto Congreso, que sigue engordando de tragarse sapos de ciudad de conurbano, sapitos de ciudad rural, además de lagartos y culebras de campo.
Saludos Cordiales.
3 comentarios:
Gran post.
Abrazo
Excelente post
Saludos
Florencio, muy buen post, yo a veces me miro al espejo a ver si reconozco algún gesto de Dèlia en mi.
Otra cosa, le voy a pedir un favor. Que me averigue, si Ud, no sabe por la "tarjeta alimentos" de Scioli. Vi la propaganda y me interesaría saber como funciona.
Disculpe la disgresión
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