Leemos, que en el pensamiento de Thomas Hobbes no hay lugar para el dualismo antropológico cartesiano. El hombre es sólo cuerpo. Y este cuerpo, como todos los demás, está sujeto al movimiento, que en su caso es generado por las pasiones, las acciones, los pensamientos.
El movimiento tiene lugar de acuerdo a leyes causales y, por lo tanto, no cabe hablar de libertad. Aprobamos lo que vemos como agradable y desaprobamos lo desagradable. El valorar y el obrar humanos están regidos por el utilitarismo y el egoísmo.
A diferencia de la tradición aristotélica, que veía en el hombre a un "animal social", él sostenía que la sociedad surge de un acuerdo artificial, basado en el propio interés que busca la seguridad por temor a los demás. Por este acuerdo surge el Leviatán, "dios mortal" o poder absoluto.Afirma que en el "estado de naturaleza" el hombre vive una guerra de todos contra todos. «El hombre es un lobo para el hombre.»
La carretera – Cormac McCarthy El mundo fue prácticamente destruido hace una década por un cataclismo desconocido. No hay autoridad, ni alimentos, ni energía, sólo unos pocos supervivientes que no dudan en practicar la violencia y el canibalismo. En este paisaje apocalíptico, un padre y su hijo caminan por lo que antes eran autopistas, intentando subsistir con lo que encuentran. Si quieren mantenerse en pie, tendrán que defenderse de los ataques, valerse de los recuerdos del pasado y no perder el cariño del uno por el otro. The road. 'La carretera', homo homini lupus. La carretera en cines argentinos.
Que un pensador allá por el año 1600 calificara tan mal al "hombre", supongo que tendría que ver con la realidad que lo rodeaba en aquel entonces. Cuatrocientos años después, nosotros podemos ver como muchas veces la ficción tiene raíces en la realidad cotidiana, aunque también muchas veces nos parezca que vivimos "en una guerra de todos contra todos", y porque alguien llamado Jorge Rafael Videla, pueda decir: "Este Tribunal, a mi juicio, carece de competencia y jurisdicción para juzgarme por los hechos protagonizados por el Ejército mientras yo fui su comandante en el marco de la guerra interna librada contra el terrorismo subversivo, toda vez que, al momento de la ocurrencia de esos hechos, mi juez natural era el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas", y ese Tribunal persista en impartir justicia entre los hombres, quizás no todo este perdido, a pesar de los lobos.
Saludos Cordiales.
2 comentarios:
Como dice Enrique Dussel: Siempre fuimos comunidad... la societariedad no nos la da el contrato, sino la comunidad...
Slds.
pd: me gusta el nuevo diseño. =)
Me alegro que te guste el nuevo diseño, esa era la intención. Saludos.
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