lunes, 29 de mayo de 2017

Homo Deus el relato sobre la posible desaparición del Homo sapiens (nosotros).


En los últimos años escuchamos muy seguido la palabra "relato" como forma de síntesis publicitaria para hacernos creer (bueno, de hecho muchos lo creímos) que la realidad cotidiana no tiene nada que ver con "el relato" que alguien o algunos nos hacen y en consecuencia vivimos en un espejismo, en una falsa realidad, que "la verdad" es otra cosa y no "ese relato", que para nada casualmente esa realidad, que no "es relato" es la que te cuentan los dueños de "la verdad" histórica, que en el siglo 19 en argentina ademas de ser los propietarios de todos los medios de producción, de dirigir un periódico de noticias o casi todos, gobernaban las incipientes instituciones de la recién constituida nación, cosa mas o menos parecida ocurría, sumando a la palabra escrita, la radio, la tv y demás tecnologías de información y  comunicación,  en el siglo pasado, el numerado como 20 y como ya te imaginaras en estos 17 años que sumó el siglo 21 mucho la cosa no puede salirse de "la verdad", lo extraño para nosotros los preguntones consuetudinarios es ¿por que razón esa "verdad" no es "un relato"? 

Pues bien,  siempre fue "un relato" que hacia posible "esa verdad", solamente se trataba de "otro relato" que generaba esa realidad cotidiana que supuestamente era la única "verdad". Me dirán chocolate por la noticia, que de obviedades venís a descubrir ahora. No, no se trata de ningún pretencioso descubrimiento, simplemente de un humilde intento de recordar donde estamos situados (ya no sólo como habitantes de este país sino como humanos en este mundo) como ya sabemos la memoria, al contrario de lo que presumimos, funciona para hacernos olvidar y no recordar, incluso más hoy con semejante bombardeo informativo y de supuestos conocimientos que de inabarcables que resultan para nuestros cerebros nos empujan hacia los pensamientos mágicos (como aquellos del hombre saliendo de las cavernas frente a los fenómenos de la naturaleza) si hoy tuviéramos que explicar como funciona una computadora. 
 Como ya hemos contado anteriormente estamos convencidos que todo aquello que el hombre imagina en el pasado, lo desarrolla en el presente y lo transforma en futuro, de ahí la importancia de conocer y reinterpretar la historia escrita del hombre porque hay mucho "relato" interesado y muchos pueden ser los relatos posibles y de alguna manera el hombre (Homo sapiens) es la única especie animal capaz de modificar el orden natural del universo gracias o por desgracia a su imaginación (al "relato" que construye) y según podemos leer de los estudiosos que saben más que nosotros pareciera que podría  en un futuro no muy lejano dejar de serlo.
Les transcribo abajo algunos párrafos de este interesante reportaje al autor de los mismos y enlace a un fragmento de su libro Homo Deus Breve historia del mañanatambién si les interesa  leer algo más y no gastar, el libro De animales a dioses está en pdf acá. 

Saludos Cordiales




Cómo será el futuro de nuestra especie, según el escritor favorito de Mark Zuckerberg.
El historiador israelí Yuval Harari es el preferido del creador de Facebook y de Barack Obama. Sus ideas sobre el mañana, fascinan... y aterran.


La línea que divide la ficción de la realidad se está difuminando porque las nuevas tecnologías nos dan el poder de construir la realidad según nuestros deseos y fantasías. Pronto podremos reescribir nuestro código genético, diseñar cuerpos y cerebros y crear mundos virtuales enteros en el ciberespacio.Es probable que la nueva historia dominante del siglo XXI sea la historia basada en datos, que yo llamo dataísmo. En esencia, el dataísmo dice que todos los organismos –ya sean jirafas, tomates o seres humanos– son sólo diferentes sistemas de procesamiento de datos. Sostiene además que, con suficiente cantidad de datos biométricos y potencia de cálculo, un algoritmo podría entender a los humanos mejor que nosotros mismos. Los seres humanos estamos perdiendo el control porque ya no podemos procesar las inmensas cantidades de datos que nos inundan.
¿Qué pasará cuando Google y Facebook lleguen a conocer nuestros gustos y preferencias políticas mejor que nosotros mismos? ¿Qué pasará con el estado de bienestar cuando las computadoras empujen a los humanos fuera del mercado laboral y creen una nueva y enorme clase inútil? Una vez que el poder cambie de humanos a algoritmos, los seres humanos ya no podremos hacer mucho al respecto.

Los seres humanos tenemos básicamente sólo dos tipos de habilidades: físicas y cognitivas. Y si las computadoras nos superan en ambos planos, creo que se quedarán con nuestros trabajos. Ahora se están desarrollando varios software de inteligencia artificial que superan a los seres humanos en cada vez más tareas, desde la conducción de automóviles hasta el diagnóstico de enfermedades.

Creo que la gente está perdiendo la fe en el liberalismo, que dominó el mundo desde el final de la Guerra Fría y que sostiene que la humanidad va inevitablemente hacia una sociedad global, democrática y de libre mercado. Y que los que se unan voluntariamente serán recompensados con paz y prosperidad. En los ‘90, la política liberal modeló la política exterior de Estados Unidos y sus aliados y la de los gobiernos de gran parte del mundo. Pero desde la crisis financiera de 2008 la gente se desilusionó.

Hoy, cada vez más estadounidenses y europeos están convencidos de que la globalización es un gran fraude que solo sirve a los intereses de una pequeña élite a costa del pueblo. Lo que hay es una gran crisis de confianza respecto del liberalismo.


Nuestros principales problemas son de naturaleza global: el calentamiento global, la desigualdad y el surgimiento de tecnologías como la inteligencia artificial y la bioingeniería. Para enfrentar estos desafíos, necesitamos una cooperación global.


Espero que la gente se despierte a tiempo. Pero como historiador, sé que nunca debemos subestimar la estupidez humana. Es una de las fuerzas más poderosas de la historia.

Reportaje completo acá









domingo, 28 de mayo de 2017

La matrix, la inteligencia artificial de Terminator y nuestra pereza.

El otro día acompañando a un amigo en un viaje de trabajo, no recuerdo muy bien porque de tantas cosas que conversamos en las tantas horas de recorrido,  me preguntó a quien dirigía o en quien pensaba cuando escribía  algo en este blog, no supe que contestarle, creo que le respondí como que no pienso o tengo una motivación de escribir o decir algo pensando en alguien en especial, creo, porque no lo tengo muy claro, que lo hago como cierta forma de terapia de cosas que me dan vueltas por la cabeza y me agrada intentar pensar, entender y escribirlas como para que queden en algún lugar, "...una forma de cierta catarsis de mis pensamientos, experiencias, vivencias y expectativas de la realidad cotidiana."  puse hace diez años al costado de las entradas del blog en un intento que titule "aclaraciones innecesarias" pero que supongo podría ser una mejor respuesta a la pregunta mal respondida a mi amigo, de todas formas estoy más seguro que siempre tengo más preguntas que respuestas y siempre como que leo o escucho más de lo que intento escribir o decir, quizás tendría que hacer  de una buena vez ese taller de escritura que siempre estoy por hacer y que no hago por la misma pereza que mucha veces me  da de escribir muchas de las cosas que me habría gustado escribir, bueno para no hacerla larga, otra de las cosas que frecuentemente me critican de  mis "escritos", incluso mucho  antes de que este blog existiera, cuando las "reflexiones varias" las hacia llegar por correo electrónico y ya que estamos para no fomentar también que me sigan diciendo mis amigos que no se entiende nada y siguiendo con el tema del post anterior, tema del que había pensado dedicarle varias entradas, a pesar de varios borradores escritos, muchas cosas leídas y releídas como así también vistas pero fundamentalmente porque siempre hay alguien que se le ocurre primero, lo escribe primero, seguramente mejor y sobre todo porque ya me ataco mi ermitaño interior pero para que no me devore del todo y al menos cumplir de alguna forma con el objetivo propuesto les copio una parte de lo publicado por Daniel Molina, les dejo el enlace al texto completo para los que sean menos perezosos que yo y le dediquen un par de minutos mas a la lectura del futuro que ya tenemos cerca. 

Saludos Cordiales.


Matrix ya no es ficción.


Hace apenas unas décadas las utopías negativas (las distopías) parecían meras versiones tecnológicas del antiguo Apocalípsis bíblico. Terminator es una versión agiornada (casi punto por punto) de la Anunciación, el Nacimiento del Salvador y el Apolipsis. Esas ficciones buscaban alertarnos sobre los peligros que conlleva el desarrollo técnico cuando no hay límites a su desarrollo ni reflexión sobre sus alcances. Distopías parecidas habían aparecido a comienzos del siglo XX cuando el encanto por las nuevas máquinas (el automóvil, el avión, la electricidad) se enfrentó con el uso mortífero que se hizo de ellas durante la Primera Guerra Mundial. Fue el momento en el que Aldous Huxley (con Un mundo feliz) o Franz Kakfa (con El Proceso) contrapusieron imágenes negativas al optimismo ingenuo de los adoradores de la técnica. Pero ahora estamos mucho más lejos de todo lo imaginado en aquellas épocas iniciales y nuestro desarrollo tecnológico es tal que el mundo que presenta una distopía brutal como Matrix parece un cuento infantil.
Varios de los científicos, intelectuales y empresarios tecnológicos más prestigiosos del mundo (desde el físico Stephen Hawkins hasta Michael Vassar, jefe de investigación de MetaMed) han alertado sobre los peligros que puede acarrear el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA).
Los científicos adelantan que si no se logra establecer algún tipo de freno o de contrapeso, dentro de pocos años la IA superará a la inteligencia humana: eso le permitirá independizarse y actuar de manera hoy imprevisible (lo que hace pensar que la fantasía de un Skynet atentando contra la humanidad y generando Terminators no sea una mera ficción de los 80).
La mayoría de estos líderes tecnológicos sabe que si algo es técnicamente posible y puede generar beneficios, ese algo terminará siendo real, más tarde o más temprano, aunque implique riesgos excesivos.
Por eso, muchos de ellos están trabajando para encontrar, más que un límite a la investigación sobre IA, un atajo que permita a los humanos mejorar su propia inteligencia. Uno de ellos es Elon Musk, que con su nuevo proyecto (Neurolink) vuelve a colocarse a la vanguardia. Texto completo leer acá.


PD: otro día, si me dan ganas capaz que les cuento del listado de películas sobre futuros distópicos que descubrí hace un tiempo, que las tengo ordenaditas y al alcance de un clic sin tener que irme al videoclub, que por otra parte ya cerró...






viernes, 5 de mayo de 2017

Introducción a la prospectiva robótica a 20 minutos en el futuro.

Como alguna vez ya he contado, desde temprana edad me gustaba la lectura, todavía conservo unas viejas enciclopedias, como doce tomos, que contenían en su interior temas muy variados, se llamaban "Lo sé todo" eran  de fácil comprensión con ilustraciones y desarrollos de un par de paginas por tema, las cuestiones históricas eran mis preferidas, comprender sobre el camino de los humanos desde la caverna pasando por las antiguas civilizaciones a la modernidad de aquel entonces de los años 70 con las primeras tecnologías de la televisión por aire en blanco y negro, con menos de cinco canales en el área del gran buenos aires, me fascinaba.
Hoy creo al ver esas viejas enciclopedias acumulando polvo en mi biblioteca que quizás aquella fascinación de chico fue la responsable de fomentar muchas de mis inquietudes y mi activa participación en cuestiones que hacen a la vida comunitaria, quizás también pienso hoy, con el diario del lunes, que debería haberme profesionalizado en la ciencias sociales en lugar de insistir con las ciencias biológicas, quizás un buen test vocacional al finalizar la secundaria hubiera clarificado las cosas y hubiera hecho mas foco pero en fin, esa mezcla tuvo sus consecuencias en darme una mirada mas abarcativa y algún tipo de cable a tierra, esto ultimo bien literal, lo cierto que uno termina siendo un andar y sus experiencias. 
¿A que viene todo este cuento?: pasa que tanto leer historia e "historias", cosa que he retomado últimamente dedicándole bastantes horas, repasando viejos textos, tanto de los clásicos como de los revisionistas e incluso escritores y "escuelas" que en estos lares tan occidentales y cristianos suelen ser invisivilizados como los críticos del eurocentrismo (en algún otro momento quizás de para contar algo más al respecto, solo repetir mi agradecimiento al acercarme a dichos autores y conocimientos a la recomendación hace unos años atrás de una de las primeras amigas en la blogoesfera: Anahí del Rincón ) han provocado últimamente interesantes conversaciones sobre procesos históricos del pasado, cuestiones del presente de la vida cotidiana y futuros posibles no tan lejanos.
Como saben los que alguna vez hayan leído este blog, la secuencia pasado, presente y futuro es una triada que nos apasiona y como amantes de la lectura no solo histórica sino también de la mal llamada "ciencia ficción" (de cuando eramos niños), que a nuestro humilde entender es lo que hoy se conoce como prospectiva, ya que somos de los que estamos convencidos que todo aquello que el hombre imagina en el pasado, lo desarrolla en el presente y lo transforma en futuro.
De alguna manera el hombre es la única especie animal capaz de modificar el orden natural del universo gracias o por desgracia a su imaginación, ¿será nuestro futuro utópico o distópico?: Como sempiternos pesimistas que somos nos acechan las distopías, quizás por eso nos interese tanto pensar prospectivamente en el futuro e intentar alguno utópico mas confortable de ser vivido. 
 Dando por cumplida con la introducción  a  20 minutos en el futuro, a la vuelta de la esquina les dejo este articulo sobre sí ¿Deben pagar impuestos los robots?, un videito  y una frase de mi autor preferido de ciencia ficción de los años 50 del siglo pasado: Antes de intentar una cura debemos averiguar en qué consiste la enfermedad.” Isaac Asimov. Yo, Robot.

Saludos Cordiales.