lunes, 25 de abril de 2011

El final de M' hijo el Dotor.


Dice el mito familiar que mi nombre de pila lo eligió mi viejo por ser admirador de Florencio Sanchez y que a mi vieja no le gustaba ni medio porque le recordaba un militar con ese nombre de la posguerra civil española, yo no tuve mucha elección al respecto y les aseguro que no es nombre fácil de llevar puesto, pero lo vamos llevando por casi medio siglo.

En realidad, esta pequeña anécdota, solo viene a cuento porque leí una nota de Paul Krugman sobre un gran “mito” que marco a fuego el siglo pasado, que dice que la educción es la clave del éxito económico. La nota me hizo acordar de Florencio Sanchez y su obra M' hijo el dotor con su impronta sobre la sociedad argentina y el ascenso social, que hoy sigue muy vigente.

Según dice Krugman: Es una verdad universalmente aceptada que la educación es la clave del éxito económico. Todo el mundo sabe que los empleos del futuro requerirán niveles de capacitación más altos que nunca. Es por esto que, en una reciente aparición junto al ex gobernador de Florida Jeb Bush, el presidente Obama declaró que “si queremos más buenas noticias sobre el empleo, tenemos que hacer más inversiones en educación”.
Pero lo que todo el mundo sabe es equivocado. (nota completa)

Parecería que en materia de resolver la cuestión del empleo, la educción no es la respuesta en este nuevo siglo.
Venimos conversando en este blog de todos los grandes “mitos” que están patas para arriba, este es uno mas, seguramente se hace necesario escribir un nuevo final para M' hijo el dotor.


Saludos Cordiales.

martes, 19 de abril de 2011

La distancia entre Somisa y un director en Siderar.



Estos días con el asunto este del rechazo del Grupo Techint de aceptar la participación de los directores del Estado Nacional por la minoría accionaría en Siderar y el montaje mediático al respecto, que de tan previsible y repetitivo con la sempiterna cantinela del libre mercado y demás lugares comunes del recetario neoliberal, produce un cansancio y un hartazgo tal que por varios días uno prefiere dedicarle tiempo a la crianza de los pajaritos y preparar la huerta con las variedades otoñales, en lugar de seguir presenciando estas historietas repetidas.

No obstante este debate publico, por un puñado de directores en una asamblea accionaria, me hizo retrotraer en el tiempo allá por los mediados de los ochenta cuando se discutía a la defensiva ante la ola mundial.

Recordaba los planteos de algunos, como el de la solicitada que ilustra el post, en defensa de SOMISA por parte de la UCR de San Nicolás, me pregunto en que andarán los firmantes.

Los recuerdos provocan que el cansancio y el hartazgo se me transforme en bronca por el brutal retroceso que supimos conseguir.
Aunque hoy pareciera que estamos desandando el camino, esta claro que no va a ser fácil levantar el techo y que poca cosa parecen unos pocos directores comparados con una empresa estratégica para el desarrollo autónomo del país como fue SOMISA, que en el año 92 fue privatizada, en un proceso que hasta los ultraliberales critican, por valores irrisorios, comprada por ese grupo que hoy tiene una posición dominante y pretende dar clases de republicanismo para defender su “libertad mercado”.

Que alto costo social ( y políticos) tiene no perseverar en ciertos principios rectores como aquellos enunciados en la Hora del Pueblo y cuanto va a costar la reparación, si es que algún día llega.

Saludos Cordiales.



Para más detalles leer: El efecto desocupación. Cartas de una reconversion salvaje.

lunes, 4 de abril de 2011

Las verdaderas formas de cuidar la Democracia.

El que dice esto no es un militante del Partido Obrero, es un columnista de economía del Wall Street Journal:

"O los ricos comienzan a pagar impuestos o se enfrentarán a una revolución". Con ese provocativo arranque, Farell, que trabajó para Morgan Stanley, advierte en su columna que la brecha entre el 1% de los "súper ricos" y el 99% restante de la población en EE UU no había sido tan grande desde la Gran Depresión de 1929, y que solo el "engaño" o el "espejismo" que lanza esta clase privilegiada desde sus diversas tribunas, ya sean políticas o mediáticas, impiden a la gente darse cuenta de que estamos a punto de vivir otro colapso como el de hace casi un siglo. Y concluye que o los ricos vuelven a pagar los impuestos que les corresponden por su nivel de riqueza u Occidente se enfrentará a una revuelta social como las que se están viviendo en el norte de África
Farrell señala que, tras el estallido de la crisis financiera en 2008 y la intervención del Estado para salvar el sistema, Estados Unidos vive ahora de la falsa esperanza que le transmiten los "súper ricos", las "estadísticas del Gobierno que tratan de exagerar la recuperación" o los mensajes sobre un nuevo mercado alcista de Wall Street.
"Sigan soñando", apunta Farrell, que avisa de que el 93% de lo que se oye acerca de los mercados, las finanzas y la economía "son conjeturas, ilusiones y mentiras con el único fin de manipular en la toma de decisiones para sacar el dinero de los bolsillos" de la gente. "Ellos se enriquecen diciendo mentiras sobre los valores. Odian a las normas de la SEC que les obligan a decir la verdad". Y pone un dato como ejemplo: en los últimos 10 años, el 20% de los fondos de pensiones de los trabajadores -10 billones de dólares- se ha esfumado en Wall Street.
Nota completa aquí.

Que le vamos a hacer, por acá los muchachos hacen solicitadas para cuidar la democracia, se quedaron en el siglo XIX.
Sería bueno que intentaran entender de que se trata la cosa...en lugar de seguir soñando.

Saludos Cordiales.

viernes, 1 de abril de 2011

Cuidar la democracia: Libertad o corporativismo.


Diversos líderes de partidos políticos de la oposición suscribieron un documento por el cual comprometen sus esfuerzos a "cuidar la democracia" y, en ese marco, "la libertad de expresión, la independencia del Poder Judicial y el efectivo cumplimiento de sus fallos".

Corporativismo disfrazado de libertad.
Sea cual sea la etiqueta que ponga en esta "cosa", no se trata de la libertad en absoluto. Se trata de consolidar los intereses de unos pocos a expensas de los demás y que no tiene nada que ver con la libertad.


Parece que hay unos cuantos y diversos líderes de partidos políticos que insisten en discursos que se quedaron en el tiempo.

Saludos Cordiales.