jueves, 23 de junio de 2011

En la búsqueda del mito de la burguesía nacional y la estrategia mesaenlacista.


La Asociación Empresaria Argentina (AEA) se sigue reuniendo con la misma frecuencia que antes, pero bajó casi a cero la frecuencia de los comunicados del año pasado. ¿No hay ya nada que la preocupe? "No hablamos con nadie: nos reunimos y nos damos manija entre nosotros", admitió, risueño, un miembro de la entidad. La Unión Industrial Argentina (UIA) vive una situación parecida, aunque más atenuada. Ejecutivos que no coinciden con su presidente, José Ignacio de Mendiguren, han decidido cerrar la boca incluso en discusiones internas.

Mendiguren explotó de furia hace quince días, después de leer en la prensa reproches de sus pares hacia un respaldo suyo a la reelección del Gobierno y al modelo y advertir que, 24 horas después, en la reunión de junta, ninguno de sus posibles críticos le cuestionaba nada de frente. Quienes lo apoyan le valoran, en cambio, haber encontrado un ardid inteligente en tiempos complicados: ¿quién mejor para plantear públicamente problemas como la inflación, los reclamos salariales y la caída de la competitividad, que alguien juzgado por el Gobierno como de propia tropa?

Como toda idea innovadora, esta postura encontró no sólo seguidores, sino continuadores dispuestos a radicalizarla. Por ejemplo, un grupo de pymes de sectores proteccionistas convocadas por Raúl Zylbersztein, presidente de la Cámara de Marroquinería, que lanzó la semana pasada una cámara acorde con los tiempos: "La José Ber Gelbard". La obsesión por remedar la historia depara estas ironías: a pesar del vínculo laboral, el ministro de Héctor J. Cámpora tenía una pésima relación personal con su jefe.
Nota completa acá.



“Esta corriente empresarial nace con el fin de discutir políticas concretas hacia las pymes, estableciendo claramente que tienen intereses diferentes a las grandes corporaciones y, además, en clara defensa de los logros conseguidos hasta la fecha”, repetía una voz en off como cortina de un video institucional con imágenes de José Ber Gelbard, mientras que a más de uno de los presentes se le escapaba un lagrimón.”

Los muchachos empresarios. La “Jose Ber Gelbard”, agrupación que combina política y negocios. Nota completa aquí.


En continuado desde el 2008, los muchachos mesaenlacistas persisten con su estrategia de incorporarse como parlamentarios en cuanta lista electoral les sea posible, no les va mal...

¿Es factible en estos tiempos de cambios de paradigmas buscar respuestas en mitos del siglo pasado?. Se pregunta un ignorante preguntón...

Saludos Cordiales.

martes, 21 de junio de 2011

LA CANDIDATURA DE BINNER, EN EL CONTEXTO LOCAL Y GLOBAL


La centroizquierda y la crisis de una matriz política

Por Edgardo Mocca


“El progresismo de oposición reproduce, en realidad, un patrón de construcción política que se generalizó en la década del noventa y se profundizó en los últimos años, antes de entrar en una visible crisis.
El esquema conceptual que lo rige es la constatación de la decadencia de los grandes partidos de masa en la época de la globalización, la transformación del modo de producción y los cambios culturales en la dirección del individualismo consumista. Son mutaciones que tienen alcance mundial y han abarcado un amplio período histórico que podría situarse entre la crisis capitalista de mediados de la década del setenta y la actualidad. El modo de manifestarse de esos cambios en la política partidaria podría resumirse en la desmovilización, la pérdida de centralidad de la militancia orgánica, la gravitación de las estrategias de marketing político y la ubicación de los medios masivos de comunicación como arena central de la política.”

“La izquierda de cuño socialdemócrata -devenida “progresismo” o “centroizquierda”, cuando la expresión “izquierda” tuvo que cargar la mochila del doble fracaso del comunismo y el Estado de Bienestar europeo de posguerra- quedó envuelta en el clima de época del consenso neoliberal. Urdió estrategias discursivas, como la fugazmente célebre “tercera vía”, para justificar su existencia sobre una base que se cimentaba en opciones culturales liberales contra la consigna conservadora de “ley y orden”, mientras hacía riguroso silencio sobre las duras consecuencias del capitalismo financiarizado para las conquistas de los trabajadores y los derechos de la población expulsada de los circuitos productivos.
La centroizquierda argentina forma parte de las peripecias de la izquierda socialista y socialdemócrata mundial. A los problemas generales de esa cultura se le agrega la histórica escisión entre izquierda y clases populares operada en la década del 40 del siglo pasado con el triunfo del primer peronismo. No hay entre nosotros una izquierda con tradición de dirección de los principales sindicatos ni con experiencia de administración del “estado social” sostenido en el compromiso de clase entre el capital y el trabajo. Hay, eso sí, una digna y noble historia de luchas y sacrificios personales, sin los cuales muchas de las conquistas populares del siglo XX tampoco podrían explicarse plenamente.”

“Da la impresión de que buena parte de la política argentina no ha tomado nota de la existencia de una crisis en el modelo de construcción partidaria predominante en los últimos treinta años. Una crisis que es tributaria de otra crisis, la de la globalización neoliberal que nos trae imágenes del mundo insospechadas hace un tiempo. Nos muestra ocupaciones espontáneas del espacio público, conflictos laborales, descrédito de partidos progresistas incinerados en el altar del reformismo neoliberal. Nos muestra también xenofobia y extremismo de derecha. Y sobre todo una profunda y masiva insatisfacción.
La crisis de la política centrada en los medios de comunicación y vacía de movilización no equivale, claro está, a su desaparición. Pero las personas que se sienten de izquierda no deberían dejar de ver y apreciar la oportunidad de un renacimiento político sostenido en viejos valores que la oleada neoliberal parecía haber enterrado definitivamente.”

Nota completa en revista Debate.

viernes, 17 de junio de 2011

El cambio esta sucediendo y la conspiración de la pólvora.


"Nada de lo que dice es cierto salvo que somos muchos, que somos legión, que somos todos"

“El cambio esta sucediendo y ocurrirá con y sin ustedes, la gente no debería temer al gobierno, el gobierno debería temer a su gente. Nosotros somos el pueblo, nosotros somos el sistema, somos anónimos, somos legión, no olvidamos, no perdonamos ...esperadnos...”


Volví a ver la película V de venganza, intrigado en como un personaje de una película que utiliza para ocultar su identidad la mascara de Guy Fawkes, era capaz de inspirar un movimiento de ciberactivistas como el denominado Anonymous, que evidentemente usa muchas de las consignas del personaje ficcional para sus declaraciones publicas y ciberactividades.

Es interesante reflexionar como se resignifica un hecho ocurrido en el año 1600 como la conspiración de la pólvora mediante un guión cinematográfico que intenta poner en tensión las ideas de fascismo y anarquismo, con puntos de contacto con la evolución posible de las democracias representativas y como se viene expandiendo el fenómeno del ciberactivismo gracias a las nuevas tecnologías de comunicación e información.

Sin lugar a dudas las instituciones liberales de la Republica del siglo XIX están en cuestión, seguir pensado y actuando la política como en la época de las carretas no solo es un despropósito de los conservadores, también para los nostálgicos del Estado de Bienestar, pensar que con recetas del siglo XX, es posible superar los desafíos del siglo XXI, es no estar entendiendo que esta pasando en la mente de miles de jóvenes nativos digitales, que 400 años después, hablan de evocar un 5 de noviembre en este año 2011.

Veremos, escucharemos e intentaremos entender que esta ocurriendo.

Saludos Cordiales.

miércoles, 15 de junio de 2011

“La igualdad de oportunidades es una ficción”


-Afirma en su libro que la igualdad de oportunidades descansa en una ficción.
-Decir que somos libres e iguales es una ficción, y la igualdad de oportunidades es indiscutiblemente una ficción. Es un principio de justicia que individualiza a los actores y pone a todos en competencia, y creo que no está bien construir una sociedad sobre un principio como ése. Además, el logro del mérito puede incrementar considerablemente las desigualdades sociales. En el fondo, el mérito no impide que los más ricos tengan todo y que estemos convencidos de que lo merecen, así como de que los pobres merecen la pobreza. Como estamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de la igualdad de oportunidades la transforma en muy desigual, muy violenta y muy poco solidaria. Hoy la concepción de las desigualdades sociales en Estados Unidos, Canadá y Europa está basada únicamente en la discriminación, es decir, en los obstáculos al mérito. Es verdad, pero no hay que olvidar que si un obrero está mal pagado no es porque no tenga mérito, sino porque está siendo explotado.

-¿Hay alguna manera, dentro del sistema capitalista en el que estamos, de encontrar un equilibrio entre la igualdad y el mérito?
-Es verdad que estamos dentro de una economía capitalista y en ella estaremos por un largo tiempo, pero el capitalismo no determina la sociedad como una fatalidad. Canadá y Estados Unidos tienen exactamente la misma economía capitalista, pero las desigualdades sociales son dos veces menores en Canadá que en Estados Unidos; la inseguridad no existe en Canadá; los canadienses gastan menos que Estados Unidos en la salud y tienen mejor servicio; la escuela canadiense es muy igualitaria, la escuela estadounidense no lo es en absoluto. Lo que nos quieren hacer creer los liberales, de un lado, y lo que en Francia se llama "la izquierda de la izquierda", por el otro, es que hay una fatalidad capitalista, pero la historia social muestra que no la hay. En el interior de las sociedades siempre hay capacidad de acción.

-La salvación individual no es la salvación colectiva, como usted escribió.
-Exacto. Hay que razonar como se hacía hace un siglo con la tuberculosis. La vencimos con vacunas pero fundamentalmente con agua corriente, buena alimentación, mejoras en las condiciones de la gente. Hoy vuelve la tuberculosis porque las condiciones de vida se degradan. Y creo que los gobiernos han renunciado a reparar eso. En Francia, al menos, la gente ya no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.

Nota completa acá

Repensar la Justicia Social de Francois Dubet

sábado, 11 de junio de 2011

PODER QUE MATA.

Valerie Plame (Naomi Watts), una agente secreta del departamento contra la proliferación de armas nucleares de la CIA, descubre que, a diferencia de lo que muchos miembros del gobierno estadounidense opinan, Irak no tiene ningún programa activo de armas nucleares. Mientras, a su marido, el diplomático Joe Wilson (Sean Penn), lo envían a África para investigar los rumores sobre unas posibles ventas de uranio enriquecido a Irak. Tras descubrir que no se han producido tales ventas, Joe escribe un artículo en el New York Times en el que resume sus conclusiones, desatando así una acalorada polémica. La filtración de la identidad secreta de Valerie les acarreará tantos problemas y operaciones políticas que pondrán en juego su reputación, su carrera y su matrimonio.

sábado, 4 de junio de 2011

Calma radicales, ¿Qué votábamos en aquel entonces?


Me acordaba de la interna del radicalismo para elegir el candidato a presidente del año 1988, entre el gobernador de Cordoba Eduardo Angeloz y el senador por el Chaco Luis León, no recuerdo los números exactos pero en la provincia de Buenos Aires, si no fue 90 a 10 por ciento, por ahí.

Los que hoy se lamentan del sinceramiento ideológico del Comité Nacional y Provincia de Buenos Aires: ¿Qué votábamos, en aquel entonces?

Saludos Cordiales.