viernes, 29 de agosto de 2008

Haciendo un poco de ombliguismo


Leía en el Blog de Lucas Carrasco (www.lucascarrasco.blogspot.com) sobre los ranking de blogs y sus comentarios sobre lo que ocurría en la blogosfera que comenta de política.
Me agrado saber que figuraba entre los rankeados, no tengo idea porque, como o para que sirve figurar, hace un tiempo atrás intente instalar algún tipo de medidor de visitas, luego desistí después de varios intentos, siempre escribí como forma de catarsis y después para amigos y conocidos desde hace mas de un año en formato de blog descubrí una interesante forma de comunicación y de alguna u otra manera saber que alguien se detiene en leer alguna cosa que uno dice o repite como que alimenta el ego, las constantes modificaciones, adelantos y agregados que surgen en la web son toda un desafió para mi, la mayoría de las veces no les doy bola o las incorporo cuando son obsoletas para la mayoría, no me gusta esa carrera que nunca parece tener fin, quizás porque este demasiado fuera de estado. Lo cierto que me cuesta seguir los razonamientos de Charlie Boyle( www.carlosboyle.blogspot.com) hace sobre el desarrollo de la Internet y sus redes y de su lógica aplicada a la política y a los comportamientos humanos casi siempre me parece chino básico, aunque me da la sensación que mucho de lo que plantea hay que prestarle atención y dedicarle tiempo a su comprensión, para lo que recurro, cada vez que puedo, a los amigos informatizados para que me traduzcan.
Me pasa eso de que se crea uno un habito de visitar los mismos blogs, y que el llamado conflicto del "campo" ha polarizado los ánimos , se nota quizás un clima mas intolerante con los pensamientos , posicionamientos u opiniones distintas incluso descalificaciones hacia algunos, (días pasado leí una queja de Ana C ( www.entrebruybue.blogspot.com) de que no figuraba en un blogroll), quizás en búsqueda de afirmar demasiado una visión personalizada de la realidad, mucho me impresiono la fuerte depresión que provoco en los blogeros K el "voto no positivo".
Lo interesante de la blogosfera "política" es precisamente la diversidad que da la posibilidad de la web. En mi lista de blogs para seguir reflexionando uso un ordenamiento absolutamente arbitrario producto de mi voluntad, intentando poner distintas tendencias, visiones edades y experiencias buscando tener a mano para acceder rápidamente a la mayor diversidad de blogs pero luego me pasa que visto mas seguido algunos que me parecen mas atractivos, igualmente trato de ir cambiando o buscar nuevas visiones para no encerrarme en un circulo. Indudablemente que www. artepolitica.com es a mi humilde entender el desarrollo mas interesante por contar en un mismo lugar notas destacadas de los medios masivos , opiniones de sus promotores y permitir el acceso de la comunidad.
Me pasa que leo mucho mas de lo que posteo y muchas veces recurro a pegar opiniones de otros que me parecen que aportan algo o que expresan lo que yo no pude escribir y son las mas las veces que mis reflexiones o preguntas me quedan dando vueltas en mi cabeza y se borran por falta de tiempo o capacidad de traducirlas en una entrada.
Disfruto mucho de las distintas opiniones, análisis de las noticias, visiones muchas veces anticipatorios de los hechos, las desmitificaciones y los desemascaramientos. Es cierto que últimamente se ha perdido mucho en diversidad sobre todo en los comentarios y esta todo un poco mas "sectario" por decirlo de algún modo.
Lo interesante de esta herramienta de comunicación es la posibilidad del intercambio casi inmediato, de conocer venciendo la distancia y las posibilidades de "libre" acceso.
A mi gusto la diversidad y lo distinto ayuda a enriquecerse con otras visiones, opiniones y realidades para uniformarnos están los medios tradicionales y para hacer propaganda los partidarios.
Bueno hasta acá mi aporte al ombliguismo.

Saludos Cordiales

PD: disculpen a los blogueros que nombro que no sepa todavía linquear su nombre, todo llegara a su tiempo y armoniosamente.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Negando la política nos vamos quedando solos.

Me avisaron con un mensaje de texto a mi celular que los vecinos ecológicos de Brandsen se movilizaban al HCD porque se trataba la aprobación de la creación un consorcio regional con las ciudades de La Plata, Beriso Ensenada, Punta Indio y Magdalena, algo había escuchado sobre el tema, pregunte otro poco, busque algo de información sobre dicho convenio, en definitiva se trataba de un acuerdo entre municipios para tratar temas que hacen a los problemas y al desarrollo de la región, todo muy general y por otro lado nada novedoso.
Lo cierto que la interpretación de los ambientalistas era que la conformación de dicho consorcio era directamente proporcional a la instalación de un relleno sanitario de la Ceamse en la región que reemplazara el colapsado de Ensenada, presunción para nada descabellada, agregaría que inevitablemente( dada la correlación de fuerzas en la opinión publica y políticas) esto sucederá de una u otra manera.
Por la tarde recibí el llamado telefónico de un destacado militante ambientalista de Brandsen que me insistía con la invitación a concurrir a la sesión, como eran varias las invitaciones que no correspondí en tiempo y forma y la sesión parecía interesante en donde en un cuerpo con doce concejales seis responden al oficialismo radical y seis a distintas vertientes peronistas de los cuales cuatro por distintas motivaciones se manifestaron públicamente que se opondrían a que se apruebe la adhesión al mentado consorcio siendo su mayor argumento la adhesión de la población al movimiento del No a la basura, a mi humilde entender, haciendo una lectura forzada del rédito electoral futuro de caer simpático a los reclamos ambientalistas, en definitiva ya se sabia de antemano que la aprobación tenia los votos suficientes.
No me interesa a esta altura hacer consideraciones sobre las motivaciones personales, sectoriales, de conveniencia o consecuencia de cada uno de los concejales, mas allá de los discursos en donde expresan su posición que solo son una teatralizacion (de lo ya decidido en comisión) para los medios de la ciudad que luego retransmitirán ( mediatizaran, interpretaran o analizaran) para que la "ciudadanía conozca" los actos de gobierno, en este caso del cuerpo deliberativo aprobando las decisiones del Ejecutivo Municipal.
Asistí como mirandista autentico que soy.
Voy a reflexionar sobre algunas consideraciones que me hicieron llegar por correo los ambientalistas planteando sobre el apresuramiento y falta de información sobre este tema que confirma una vez mas la distancia y el divorcio entre los que gobiernan y los sectores de la sociedad que se interesan sobre un tema en este caso particular el medio ambiental, lamentablemente quedarse en la protesta y la insinuación sobre apresuramientos entre gallos y medianoche no aporta al debate ni a generar mayorías con capacidad de decisión, ni construye conciencia de los perjuicios que traen los desmanejos medioambientales, esta claro que los actos de gobernar recaen en tomar decisiones que a algunos les gustan y a otros no, ahora entender como se interviene en esa toma de decisiones es la asignatura pendiente de muchos vecinos ( porque las responsabilidades de gobierno no son iguales a todos los que participan del mismo) y cambiar la forma en que se toman las decisiones para que los vecinos se sientan participes también es un tema mas que pendiente de los que gobiernan o pretenden gobernar.
Pude constatar que solo una veintena de vecinos ecologistas para protestar se hicieron presentes, eso de por si marca una diferencia sustancial de participación o de interés sobre le tema y llamaría a una profunda reflexión del accionar de los mismos, también me quedo claro que los vecinos supuestamente ambientalistas que propiciaban marchas y protestas según donde y en que vereda partidaria se hicieran estuvieron ausentes, eso si se quedaron con los dineros que recaudo el movimiento de no a la basura para mejor ocasión, se olvidaron del movimiento social independiente, quizás porque ahora están mas abocados a los reclamos gremial docentes.
Yo me preguntaría ¿que paso desde un año a esta parte con las miles de personas que participaban en el movimiento del no a la basura? No creo que hayan cambiado de posición, seguramente pensaran que ya se expresaron y quieren soluciones mas que manifestaciones( para no repetir, recurrir a viejas entradas en este blog respecto a este tema, para los que le interese buscar alguna posible respuesta, aclaro que son solo eso posibles y personales interpretaciones, también aclaro que las hago de mi lugar de buscador de entender que nos pasa, sin ninguna jactanciosa presunción intelectual) ¿Qué paso, que hoy se tradujeron en solo el núcleo duro de la asociación de vecinos ecológicos presentes en la sesión del HCD?
Para simplificarlo y para no desmoralizar a los que persisten y perseveran en determinadas causas, diría que siempre hay que intentar salir de las negativas irreductibles como el "No a.." esto aglutina en un principio pero toda lucha tiene un desarrollo y debe tener un final para retomar una nueva etapa o estadio de lucha. Además los absolutismos, las simplificaciones, el todo o nada, el blanco o negro, el amigo enemigo, no pueden ser invocados ante cada tema o acción que no nos pongamos de acuerdo. Son ejemplos todas las reinvidicaciones sociales o sectoriales que se tomen como ejemplo, pensemos en lo de las pasteras de Gualeyguaychu que llenaban puentes y hoy son una anciana cortando una ruta ante la indulgencia de las autoridades, o la mas reciente ( y a riesgo de simplificarla) protesta del "campo", alguien piensa que luego de derogada la 125 hoy tendrían "apoyo social" los cortes ruta desabastecedores de los piquetes rurales, aunque algunos dirigentes con mucho soporte mediático insistan.
En definitiva todo es política y de esto se trata de como hacer que un reclamo o una necesidad determinada sea escuchada y resuelta, por ahí escuche decir que "la política no es de espectadores, la política es hacer cosas" agregaría que la política no es solo de protestadores, vayamos haciendo cosas( escucharnos, ponernos en el lugar del otro, entender, aprender) mientras vamos modificando la política y aprendiendo que negando la política nos vamos quedando solos.

Saludos Cordiales.

martes, 26 de agosto de 2008

EL FRACASO PRIVATIZADOR


Por Fernando “Pino” Solanas *

La reciente votación en Diputados que dio media sanción a la reestatización de Aerolíneas Argentinas constituye un valioso paso adelante en la recuperación de nuestro patrimonio nacional. Pero lejos de haberse agotado, el debate recién comienza: los argentinos nos debemos una profunda autocrítica sobre el monumental fracaso de las políticas de privatización de nuestros servicios públicos y el calamitoso estado del transporte. Es la necesaria discusión sobre los nuevos modelos de gestión pública de las empresas de servicio.

En este sentido, luego de lograr sustanciales modificaciones, junto al Bloque del SI, Proyecto Sur ha decidido acompañar con disidencias parciales el proyecto del Gobierno para recuperar la aerolínea de bandera. En esta oportunidad, el oficialismo ha superado la terquedad con que se le viera actuar durante el conflicto agrario y ha demostrado vocación de abrirse al diálogo.

En primer lugar, logramos que se eliminara la posibilidad de reprivatizar la empresa. Si bien se establece la figura de Sociedad Anónima, se acordó que habrá mayoría estatal. También se consiguió que desapareciera la mención del Acta de Acuerdo que el Gobierno firmó con el grupo Marsans; y que se fijara como fecha para la tasación el momento de la intervención, 16 de julio, cuando la empresa estaba en estado de quiebra. Además, la valuación queda a cargo del Tribunal de Tasaciones y, finalmente, la última palabra sobre el valor de la compañía la tendrá el Congreso. Si no se llegara a un acuerdo, el Gobierno deberá proceder a una justificada expropiación.

Debemos explicar que el gobierno nacional conocía desde hace años el ruinoso estado de Aerolíneas Argentinas, pero nada hizo para recuperar la empresa. Primero Iberia, luego American Airlines y finalmente el Grupo Marsans saquearon y quebraron a la compañía. Además de dejar una millonaria deuda, vendieron las oficinas que AA tenía en las principales ciudades del mundo; desmantelaron el centro de simuladores de vuelo más avanzado de América latina y un banco de pruebas de motores de alta potencia; vaciaron los talleres especializados y almacenes de repuestos; y vendieron los 28 aviones propios. Acorde con el saqueo de la privatización y la desidia gubernamental, el proyecto que el Gobierno presentó originalmente resultaba escandaloso, porque acordaron con el grupo Marsans que el Estado argentino se haría cargo de la deuda de 900 millones de dólares para luego reprivatizar la compañía; y establecía que ante un probable desacuerdo entre el Gobierno y el privado por el precio final de las acciones, un tercero internacional sería quien daría un fallo inapelable. ¿Cómo ha sido posible que en estos 16 años ningún gobierno iniciara acciones penales por el vaciamiento de AA? Además, Marsans, en lugar de invertir, hizo desaparecer los 750 millones de dólares que obtuvo para sanear sus empresas. Ahora, es una obligación para el gobierno nacional demandar a quien corresponda por este desfalco. Por ello, desde Proyecto Sur exigíamos 180 días para investigar a fondo la situación de la empresa y llegar a una propuesta seria.

Hoy, el caso de Aerolíneas Argentinas es una evidencia más del monumental fracaso privatizador. Ante esto, las organizaciones sociales y sindicales, las asociaciones de usuarios, las universidades y las fuerzas políticas tienen que discutir un nuevo modelo de control y gestión de empresas públicas de servicio, hecho que debe traducirse, en esta oportunidad, en un proyecto para el funcionamiento transparente y eficiente de nuestras compañías aéreas. Es necesario que Aerolíneas Argentinas, así como las empresas de trenes y de otros servicios, se constituya finalmente como Sociedad de Estado, situación que, distinto de las sociedades anónimas, conllevan mayores y más rigurosos controles de operación.

Se trata, en definitiva, de enterrar con decisión el mito de que el desembarco de los capitales privados en los servicios públicos asegura mayor eficiencia y transparencia de gestión. En el caso de la aeronavegación, resulta innecesario advertir que la seguridad en este servicio es esencial. Pero sabemos que el capital privado tiene como principal objetivo la ganancia y no la seguridad de los pasajeros. La recordada catástrofe de Lapa y la reciente tragedia de Spanair demuestran qué sucede cuando se intenta bajar los costos de mantenimiento u operar con aviones viejos para asegurar rentabilidad. El servicio aéreo, así como el ferroviario y el marítimo, son servicios públicos. En consecuencia, tienen que estar en manos del Estado que, además de poder cumplir con un servicio de excelencia, aportaría innumerables beneficios a la sociedad en materia comunicacional, cultural y económica.

En Argentina, después de cinco años de gobierno de los Kirchner, sólo hemos visto cómo empeora el sistema de transporte. Nunca los pasajeros han sido tan maltratados y el inviable avance del transporte automotor provoca más de 8000 muertes cada año. Ante ello, el gobierno nacional propone la construcción del elitista e irracional “tren bala”, no recrea la flota marítima y fluvial, y regaló, por primera vez, las rutas de cabotaje.

Las modificaciones que logró introducir Proyecto Sur a la iniciativa oficial para la recuperación de Aerolíneas Argentinas son una contribución al debate que nos debemos sobre el descomunal fracaso del modelo privatizador en los transportes, para avanzar hacia la constitución de nuevas sociedades de Estado con nuevos modelos de gestión que aseguren servicios públicos con participación de la comunidad.

Publicado en Pagina 12.

viernes, 22 de agosto de 2008

NI DIOS, NI AMO, NI IMPUESTOS

Ayn Rand, novelista fetiche de la derecha estadounidense

Muy popular en Estados Unidos y venerada por Ronald Reagan, la filósofa y novelista Ayn Rand (1905-1982) da vida en sus obras de ficción a héroes solitarios, limitados por sus semejantes. Tal elogio al “creador incomprendido” permite dar crédito a la visión de un individuo que no encuentra salvación más que en sí mismo.


François Flahault

Director de investigacones del Centre National de la recherche Scientifique (CNRS). Autor de Crépuscul de prométhée (a publicarse en noviembre próximo por la editorial Mille et une nuits, París, de donde se extrae este texto).

Traducción: Lucía Vera


Aprovechando una reunión del FMI en 2004, el consejero económico de Putin, Andrei Illiaronov, abordó a Alan Greenspan, en ese momento presidente de la Reserva Federal estadounidense, regocijándose de poder conversar con él acerca de una mujer que ambos admiraban y que Greenspan frecuentó durante mucho tiempo: Ayn Rand (1).

Pocos han oído hablar de ella en Europa, aun cuando es autora de dos inmensos best-sellers en Estados Unidos, The Fountainhead (El Manantial)(1943) y Atlas Shrugged (La rebelión de Atlas)(1957). El último es una saga donde se mezclan grandes empresarios estadounidenses, investigación y utopía. Individuos excepcionales desaparecen misteriosamente, unos después de otros. El resultado es el derrumbe de la civilización estadounidense. La investigación gira en torno a aun ingeniero, John Galt, que también ha desaparecido. Una desaparición particularmente intrigante porque deja tras él, inacabada e inexplorada, una invención revolucionaria, un motor que se alimenta de una fuente inagotable, omnipresente y gratuita: la electricidad estática contenida en la atmósfera. Luego nos enteramos de que John Galt se ha retirado voluntariamente de la sociedad. En efecto, considera que sus miembros improductivos chupan la sangre de los individuos que crean y producen, ejerciendo un poder abusivo cuya posta toma el Estado. Las otras desapariciones también se explican, porque John Galt había incitado a un cierto número de espíritus superiores a seguirlo, llevándolos así a la huelga más desastrosa de la historia de Estados Unidos.

John Galt y sus compañeros fundan la ciudad de Galt-Gulch en una región aislada y montañosa de Estados Unidos, donde esos al margen de la ley económicos (economic outlaws) pudieran expresar con toda libertad sus capacidades de crear, de inventar y de emprender. Se encuentra en preparación una película basada en Atlas Shrugged; y se dice que Brad Pitt y Angelina Jolie (admiradora de Ayn Rand) tendrán los papeles principales.

Como la popularidad de Ayn Rand es comparable a la de Ron Hubbard , el fundador de la Iglesia de la Cienciología, no resulta sorprendente que un grupo de discípulos haya querido realizar la utopía. En 1995, trece años después de la muerte de Ayn Rand, apareció en The Economist y Time Magazine una página doble de publicidad: la gran idea del “genio profético” (prophetic genius) ya no era sólo un sueño, era una entidad viva y legal, Laissez Faire City; voluntarios del mundo entero fueron llamados a unirse a ella. En 1998, los miembros de Laissez Faire City proyectaban comprar tierras en Costa Rica. Luego, ante las dificultades encontradas, se orientaron hacia la idea de un territorio virtual en Internet. Finalmente como, en el fondo de lo que se trata es de no pagar impuestos (una exacción inmoral, según Ayn Rand, mediante la cual el Estado se apropia del dinero de los particulares), los promotores de la utopía terminaron por comprender que ya había sido realizada, bajo una forma ciertamente menos apasionante, pero cada vez más floreciente: los paraísos fiscales.

Filosofía “objetivista”

El itinerario de Ayn Rand explica sin duda su ideología. Nacida en Rusia a comienzos del siglo XX, con el nombre de Alice Rosenbaum, huyó de la Unión Soviética en 1926 para ir a Estados Unidos. Ahora bien, tanto la ideología comunista como la doctrina que defiende lo contrario, cada una a su manera, son tributarias del mito de Prometeo. Al emigrar, Ayn Rand pasó de un país que desnaturalizaba la ambición prometéica y la utopía, a otro que, según ella, encarna el éxito. Se mantuvo activa hasta el final de los años ’70 (murió en 1982), y ejerció una influencia considerable en la vida intelectual y política estadounidense, especialmente en la alta administración republicana; Ronald Reagan integraba la lista de sus discípulos más fervientes. Un Ayn Rand Institute (2) se dedica a difundir su filosofía “objetivista”, con el fin de promover el libre mercado, el individuo, la libertad y el ejercicio de la razón como antídotos contra el multiculturalismo, las políticas ambientales, las corrientes de pensamiento que le otorgan una importancia exagerada al Estado, y otras manifestaciones de irracionalidad. Ochocientos mil ejemplares de las obras de Ayn Rand se venden cada año. Pero de allí a compararla, como lo hacen algunos de sus discípulos, con Hanna Arendt…

The Fountainhead (El manantial) es su otro gran best-seller y su título representa la fuerza creadora que se origina en el corazón del individuo. Es la historia de un arquitecto genial e intransigente, en conflicto con la incomprensión y el conformismo. Hacia el final de la novela, el arquitecto Howard Roark comparece ante un tribunal porque ha sido acusado de haber dinamitado un conjunto de edificios recién terminados. ¿Por qué destruye su obra? Porque fue desnaturalizada, bastardeada: a pesar de la garantía formal de que sería realizada tal como él la había concebido, el aspecto de los edificios había sido modificado con el fin de adaptarlo al gusto del público.

El genio incomprendido y solo

El lector asiste entonces a una de esas escenas de procesos judiciales, tan frecuentes en las ficciones estadounidenses. Howard Roark hace su propia defensa. E inicia así su alegato:

“Hace miles de años, un hombre hizo fuego por primera vez. Probablemente fue quemado vivo sobre la hoguera que había encendido. Fue considerado un malhechor que había robado al demonio un secreto al que la humanidad temía. Pero, gracias a él, los hombres pudieron calentarse, cocinar sus alimentos, iluminar sus cavernas. (…) A ese hombre, el pionero, el precursor, lo volvemos a encontrar en todas las leyendas que el hombre ha imaginado para explicar el comienzo de todas las cosas. Prometeo fue encadenado a una roca y descuartizado por buitres porque había robado el fuego de los dioses. Adam fue condenado a sufrir porque había comido del fruto del árbol del conocimiento. (…) Los grandes creadores: los pensadores, los artistas, los sabios, los inventores, se han levantado siempre, solitarios, contra los hombres de su tiempo (3)”.

La destrucción de los edificios, aboga Howard Roark, no es un delito, porque el artista, dueño de su obra, tiene derecho a destruirla cuando no corresponde a su idea creadora. Es precisamente el rechazo del artista a conformarse a las exigencias de la sociedad, lo que le procura las mayores ventajas. Howard Roark, como un nuevo Prometeo, defiende los valores del individuo; y los valores del individuo son los de Estados Unidos. El jurado dio su veredicto: inocente.

En 1949, King Vidor llevó al cine The Fountainhead, con Gary Cooper en el papel del arquitecto. Ayn Rand escribió ella misma el guión de la película, que fue presentada en Francia con el título El Rebelde. Cuando uno la descubre -por casualidad, una tarde en la televisión- la mira como a otras películas de Hollywood: Gary Cooper, héroe solitario e indomable en medio del conformismo reinante o ante hombres poderosos y cínicos; cambios de situación desde el éxito al fracaso y a la inversa; una heroína seductora e independiente, pero finalmente conquistada: todo está allí.

El espectador europeo no percibe forzosamente la dimensión propagandística que encubre la película. Porque Ayn Rand incluye en ella, como en sordina, el mensaje político que había sido formulado claramente en su novela. No trata de obligar a aceptar sus ideas, sino, más hábilmente, de mostrar la realidad de tal manera que el público, cautivado por el cuadro que se le ofrece, las perciba como una consecuencia natural de ese cuadro. Como ocurre generalmente con las películas estadounidenses de intención patriótica, religiosa o política, El Rebelde le reconoce al espectador el derecho a gozar de la ficción en sí misma y por sí misma. La propaganda hollywoodense comprendió que al incluir la prédica de manera sigilosa, la comunicaba mejor que al pregonarla. Roark, como creador, sigue su propio camino. Sólo cuenta su trabajo; nadie lo domina. No tiene ni Dios ni amo. A través de Roark, lo que se reconoce y se pone en foco es el deseo universal de existir libremente.

En Europa, el tipo romántico del genio se ilustra con poetas, escritores y músicos. Pero el genio creador, modernizado y a la estadounidense, ya no trata de evadirse del mundo material sino de transformarlo. El arquitecto es un artista, pero también un constructor. Los artistas románticos europeos eran gente de salón. Los del Nuevo Mundo no llevan chaleco rojo ni usan puntillas. Roark es un obrero, un hombre de trabajo, un Stajanov estadounidense. El hombre se afirma en su relación con la materia: control, dominio, fuerza brutal, virilidad. Desde la primera página de la novela, Ayn Rand anuncia el tono: Howard Roark se yergue, desnudo, en la cumbre de un acantilado.

“Todo lo que es real existe de manera independiente.” Ayn Rand piensa, como Nietzsche, que la humanidad está justificada por sus grandes hombres ¡allá ellos los personas comunes!, entre las cuales, con toda seguridad, ella no se incluye). Comparte su crítica de la filantropía, su desdén por la multitud y, sobre todo, su fe en el individuo que existe por sí mismo, que no tiene necesidad de los otros y que saca lo que crea de su propio interior. El prometeísmo de Ayn Rand no hacía presagiar la mojigatería de la que se rodeó la revolución conservadora estadounidense. Se mantiene cerca de la rebeldía romántica y de su neo-paganismo (4). El alegato de Roark es, en realidad, un largo elogio de sí mismo:

“El creador no sirve a nadie ni a nada. Sólo vive para sí mismo. Y al vivir únicamente para sí mismo se entiende que sea capaz de realizar las obras que constituyen el honor de la humanidad. El creador ha hecho más de lo que el altruista puede imaginar para suprimir en la tierra todas las formas de sufrimiento, tanto morales como físicas. El hombre que se esfuerza por vivir para los otros es un hombre dependiente. Él mismo es un parásito y transforma a los otros en parásitos. […] El objetivo del creador es la conquista de los elementos; el objetivo del parásito es la conquista de los demás hombres. El creador vive para su obra. No tiene necesidad de los otros. El parásito vive por dependencia. Necesita de los otros”.

El panadero, según Adam Smith, no fabrica su pan por filantropía, sino por interés. Al vivir sólo para sí, al realizarse como un puro individuo, cada uno concurre involuntariamente y por añadidura al bien general. Este optimismo se basa, a su vez, en la creencia de que la interdependencia no es un rasgo constitutivo de la condición humana sino sólo una patología, ciertamente difundida, pero que por contraste destaca la verdadera naturaleza del hombre sano. Por eso la única forma de relación que existe entre seres independientes es, según Ayn Rand, el librecambio: “Los intereses racionales de los hombres no se contradicen, y… no puede haber conflictos de intereses entre hombres… que tratan los unos con los otros sobre la base de un intercambio libremente consentido” (5).

Ayn Rand justifica así una ética que resulta notable por el hecho de que no supone ningún deber hacia los otros, sino únicamente respecto de sí mismo. Así desaparecen, mágicamente, las múltiples formas de interdependencia, las relaciones de fuerza, los abusos de poder, las injusticias y las violencias que envenenan la existencia de la humanidad y contra las cuales, en la vida real, el recurrir a la razón se revela desgraciadamente como ineficaz.

La ideología de Ayn Rand está dirigida en primer lugar a los “dominantes”. Los conforta en la ventajosa idea que ellos tienen de sí mismos, y les permite trasladar a un segundo plano lo que en realidad son: personas para las cuales es esencial pertenecer a redes poderosas y que hacen esfuerzos para ocupar en ellas su lugar. Pero se prodiga también –y esto constituye su gran fuerza- entre aquellos que ocupan posiciones más modestas. Éstos están sin duda más aislados, lo que constituye para ellos una fuente de dificultades, pero el modelo que les proponen Howard Roark o John Galt les ofrece, en la medida en que se identifiquen con él, una compensación imaginaria y una fuente de estima de sí mismos. Les permite estar orgullosos de aquello que, en realidad, los debilita. Como la fe en el individuo se apoya en el ejemplo de aquellos que tienen éxito, el capital social con que éstos gozan se mantiene en silencio con el fin de resaltar su valor personal. El fracaso de aquellos que siguen estando en la parte más baja de la escala social, es imputado a la falta de cualidades personales.

Entre las formas inevitables pero saludables de dependencia, evidentemente hay que considerar, en primer lugar, los vínculos que unen a cada generación con la precedente. En relación con esto, resulta sintomático que en los dos grandes best-sellers de Ayn Rand, que son muy voluminosos, no haya lugar para el personaje de un niño. Y es que la sola existencia de los niños y, por lo tanto, de la relación entre las generaciones, habría bastado para arruinar el modelo de individuo que Rand exalta. El individualismo radical de Ayn Rand implica, en el fondo, que la sociedad, como decía Margaret Tatcher, no existe.

“Todas las ‘economías mixtas’, escribió Ayn Rand en 1963, están en un estado de transición precaria que hace que, en última instancia, deban dirigirse hacia la libertad o terminar en la dictadura (6).” El papel de un país libre como Estados Unidos es hacer que las cosas vayan en el buen sentido, que es el de una alianza entre democracia y capitalismo radical. “Cualquier nación libre tenía el derecho de invadir a la Alemania nazi, y hoy tiene el derecho de invadir a la Rusia soviética, a Cuba o a cualquier otro enclave de esclavitud (7)”. Desde el momento en que “los conquistadores establecen un sistema social libre, la invasión de un país esclavista está moralmente justificada (8)”.


1 Alan Greenspan, The Age of Turbulence, Nueva York, Allen Lane, 2007, p. 323.

2 www.aynrand.org

3 Esta cita y las que siguen están extraídas de la traducción francesa, La Source vive, Plon, París, 1997.

4 Paganismo, religiones paganas. El neo-paganismo preconiza el culto de la fuerza, del jefe o de la raza.

5 «La ética objetivista », conferencia dictada en la Universidad de Wisconsin en 1961 y reproducida en La Vertu d’égoïsme, Les Belles Lettres, Parsi, pp.78-79.

6 “Les ‘Droits’ collectivisés“, en La Vertu d’égoïsme, p. 172.

7 Ibidem, p. 170. Puede verse cuál habría sido la posición de Ayn Rand sobre Irak.

8 Ibidem, 171. Aquí, Ayn Rand retoma uno de los argumentos más utilizados en el siglo XIX por los partidarios de la expansión colonial.

F.F


Enviado por Le Monde Diplomatique, informe de agosto 2008.

martes, 19 de agosto de 2008

CABOS SUELTOS

Por Eduardo Aliverti

¿Es posible medir con relativa exactitud cuáles son los errores de un gobierno y cuáles, antes que errores, son decisiones relativas a su ideología o a interpretaciones del momento político que atraviesa? ¿Es posible detectar cuáles cosas son producto del interés de sus adversarios por desgastarlo? ¿Y cuáles otras son la combinación de todas o parte de las anteriores? En principio, la respuesta sería “no” porque cada una de esas preguntas está atravesada por las posiciones de cada quien. La precisión objetiva es improbable porque la política no es una ciencia dura. Pero sí puede ser viable intentar aproximaciones, de basamento empírico, que aporten datos, o recordatorios, para que cada quien se pregunte por la certeza u honestidad intelectual de sus respuestas.

Es cierto que las cifras oficiales de inflación, por ejemplo, son ya un error en sí mismas si es que, hasta hace unos meses, podía interpretarse que se trataba de una decisión política casi consensuada. El dibujo kirchnerista de la suba de precios les convenía a todos: al oficialismo por razones de imagen y de ajuste de sus bonos de la deuda; a los empresarios porque amortiguaban los reclamos salariales; a la burocracia sindical porque anclaba en un piso, más o menos consensuado, que le permitía acolchonar el reclamo de los trabajadores. Sirvió mientras la inflación real se situaba en torno de un 15 a 20 por ciento anual. Pero el mecanismo hizo agua, ayudado por la presión que metieron los cuatro meses del choque con “el campo”, y hoy ya es insostenible que hablen de un cero y pico por mes. Sin embargo, la ofensiva de quienes se declaran escandalizados por la mentira oficial, y por la intragable figura de Guillermo Moreno, no consiste en que se sincere todo el esquema que conduce al aumento de precios sino, y gracias, aquel del cual es o sería responsable el Estado por obra de su gasto. ¿O alguien escucha que los cantos de sirena de los políticos, economistas y opinadores liberales se posen sobre la cadena de producción y comercialización? ¿Sólo la administración de Estado es responsable de lo que aumenta todo? ¿Cuentan los costos pero no las ganancias? ¿Hay una sola mentira? Más bien se diría que el capricho oficial de persistir en ella es socio de quienes quieren hablar de precios pero no de sus dividendos. Entre uno y tres gigantes por rubro concentran prácticamente el total de la producción y venta de energía, petroquímica, fertilizantes, agroquímicos, herbicidas, insecticidas, telecomunicaciones, pan, galletitas, leche, yogures, cerveza, gaseosas, envases. Sólo tres supermercados acaparan el 83 por ciento de las ventas. Y los bienes más concentrados son los que se conocen como de “uso difundido”, por tratarse de insumos que se emplean para la fabricación de numerosos productos. Esos son los que más subieron desde que terminó la convertibilidad, con alzas de entre 300 y 400 por ciento. He ahí una primera mezcolanza entre el yerro oficial de continuar con la narrativa de Alicia en el País de las Maravillas; la decisión de apostar a acuerdos de precios con las grandes cadenas (los “monopolios amigos” que citó José Sbatella al irse de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia), en vez de estimular el rol de las pymes y diversificar la producción entre otros aspectos; y la insaciabilidad de los emporios concentrados y cartelizados.

Otro tanto ocurre con el choque entre el Gobierno y los ruralistas. Desde que el Senado tumbó las retenciones móviles, la única medida fue el cambio de titular en la Secretaría de Agricultura. Virtualmente nada más, ya pasado un mes. Cualquier medida que hubieran tomado era, y es, mejor que no disponer ninguna. La plancha gubernativa es asociable a incertidumbre o venganza, y los campestres vuelven a tensar la cuerda amenazando con cortes de ruta. Los grandes terratenientes están de fiesta al cabo del favor que les hizo el amigo Cobos. Ahora lloran porque bajó el precio internacional de la soja y secretean que les habrían convenido las retenciones móviles, pero eso no les debería dar ni de lejos para volver a chistar. En cambio, la Federación Agraria se perdió todas las modificaciones favorables que había introducido Diputados. El amigazo Buzzi también secreteó que el proyecto volteado les convenía, pero adujo que no podía dar marcha atrás con la lógica de confrontación. Se quedaron sin pan y sin torta y no pueden sincerarlo, so pena de reconocer que sus aliados en el espanto son quienes son y no quienes los “pequeños productores” querían que fuesen. Síntesis: el Gobierno está inmóvil, porque quiere o porque no sabe qué hacer; y los más revoltosos del movimiento campestre quieren volver a la pelea, sin otra intención que morder la parte que su decisión política de aliarse a los grandotes les impidió morder. Es probable que Miguens, Llambías y sus asociados presten coro. Como sea, de nuevo la mixtura. Por un lado, tenaces errores gubernamentales, que ya no tienen que ver con la determinación ideológica de mantener un relato por debajo del cual se mostraría una debilidad peligrosa sino con, en el mejor de los casos, un empecinamiento rayano en la estupidez. El problema de no ceder a las presiones contra Moreno no tiene por qué estar atado a la restitución de la credibilidad del Indec, que puede encararse por fuera de mantener al secretario en su puesto. Y, por otra parte, el factible retorno de la protesta gauchesca porque una vez que comprobaron su fortaleza nada les impide ir por más. Se suponía que la dichosa Resolución 125 era la madre de todas las batallas. La ganó “el campo”. Pero quedó demostrado que tampoco les alcanza.

Un último apunte corresponde a las cifras de la macroeconomía, que muestran al Gobierno asegurando que sobra paño para apechugar y sostenerse tranquilos, y a la oposición –globalmente entendida: dirigentes políticos, medios, economistas del establish-ment– con la certeza de que el modelo se derrumba. El oficialismo no admite que carga con la cruz de miles de millones de dólares de intereses que vencen entre este año y el que viene, y en el rincón contrario se guardan que en cualquier indicador que se tome rigen ganancias descomunales. La Bolsa, para no abundar, registró una suba de casi el 4 por ciento en el segundo trimestre. En medio del “país parado”. Más quisieran la fórmula en Wall Street.

Atados esos cabos, quedaría como conclusión que el kirchnerismo profundiza una suma de errores procedimentales y carencias políticas muy significativos. Y que en la vereda de enfrente, donde se guarecen muchos de quienes supieron conducir el país a sus recurrentes desastres, no sólo no hay nada que venga bien sino que lo bien que les va es prolijamente silenciado. Como para recordar que la realidad no es lineal. Una obviedad, desde ya, que parece no serlo según la forma en que se informa y opina.


Publicado en Pagina 12.

lunes, 11 de agosto de 2008

¿Adiós a la sustitución de importaciones?

Sabemos que un modelo económico basado únicamente en un tipo de cambio competitivo, no alcanzaba, sabemos también que fue la barrera que puso freno a la importación indiscriminada, que permitió en estos años sobre todo a la industria textil mayoritariamente conformada por pymes volver a crecer y generar muchos puestos de trabajo alimentando el mercado interno; Estos sectores hoy, que algunos denominan sensibles, son los primeros en padecer en carne propia la falta de barreras cambiarias, arancelarias o aduaneras que las protejan, sabemos que significa también los términos libre mercado y competitividad, en estos tiempos que "todos " nos salvamos con una cosecha y nos olvidamos de la sustitución de importaciones y donde la paridad cambiaria no solo es un ruido en la interna de la UIA, que juega a lo de siempre: licuar costos saláriales y maximizar ganancias que gozan los verdaderos formadores de precios en esta economía concentrada que supimos conseguir.

Por lo visto y vivido parecería que el llamado postkirchnerismo trae aparejado el postneokeynesianismo, a pesar de que hemos escuchado por ahí “es mejor un buen monopolio aliado que pequeñas y medianas empresas compitiendo”, y que “se buscaron acuerdos con los grupos económicos más poderosos para que disciplinen al resto de las cadenas de valor”, sabemos lo que significa volver para atrás, lamentablemente no “todos” lo estamos viendo así , en fin en estos mares navegamos, algunos surfeando, otros intentando seguir remando.

A continuación pego dos notas sobre el tema , una de la Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS ) y la otra publicada en Perfil , que muestra la posición de algunos de los sectores de la pequeña industria agrupados como pueden, eso si intentando dar pelea en medio de la marejada que se viene.

Saludos Cordiales.



Por Marcela Valente en IPSnoticias

BUENOS AIRES, ago (IPS) - El tipo de cambio competitivo, un pilar de la estrategia de recuperación económica argentina desde 2002, quedó a la deriva en los últimos meses, y el impacto se nota en sectores industriales que crecieron al amparo de la devaluación de la moneda nacional.

"La etapa de sustitución de importaciones para la industria se terminó y eso se ve sobre todo en el aumento de 40 por ciento de las importaciones en el último año", explicó a IPS Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica. "Este es el fin del período del dólar alto y estamos en una transición", describió.

En junio, la actividad industrial tuvo su peor desempeño en cinco años. Creció 1,8 por ciento respecto del mismo mes de 2007, pero se contrajo cuatro por ciento con relación a mayo, de acuerdo con estadísticas oficiales.

Desde 2002, cuando se puso fin a la paridad cambiaria de un peso por dólar y la moneda nacional cayó a tres unidades por cada divisa estadounidense, las autoridades la han mantenido deprimida, lo que dio competitividad a la industria y a las exportaciones agrícolas, fuente de enormes ingresos para el fisco.

Mientras, en el resto del mundo, el dólar ha experimentado un desplome continuo.

Curiosamente, desde que se desató en marzo un conflicto de gremios agropecuarios contra el aumento de los derechos de exportación de ciertos cultivos, el peso argentino empezó a caer frente al dólar por un inesperado aumento interno de la demanda de divisas, atribuida a la inseguridad que generaba la crisis.

Para contrarrestar la tendencia, el Banco Central llevó a cabo una venta agresiva de divisas provenientes de las reservas del tesoro nacional, que cayeron de 50.517 millones de dólares en marzo, cuando estalló el conflicto, a 47.552 millones de dólares en julio.

Así, el peso argentino pasó de cotizarse a 3,18 unidades por dólar a 3,06, una apreciación que preocupa a la industria.

Además, Argentina tampoco ha escapado a la inflación internacional, impulsada por el aumento de precios de los productos básicos, el transporte y la energía. Según estimaciones de consultoras privadas, ésta ronda el 28 por ciento anual, una de las más altas de la región.

El aumento acelerado de precios, sumado a una política monetaria que mantiene el tipo de cambio casi fijo, neutralizó la ventaja competitiva de la devaluación de 2002. Los economistas advierten que el Estado tiene menos espacio fiscal para intervenir en el mercado monetario desde el Banco Central, y entonces esta herramienta está en crisis.

En una rueda de prensa el sábado 2 de agosto, la presidenta Cristina Fernández sostuvo que la industria es el sector que más ayudó al crecimiento sostenido de los últimos años, de cerca de ocho por ciento anual, y que generó la mayor cantidad de empleos. La desocupación bajó a un tercio de la de 2002.

Pero cuando fue consultada sobre la franja de valor ideal de la moneda frente al dólar y sobre cuál será la tendencia futura, la mandataria eludió las definiciones.

Argentina tuvo en los años 90 un régimen de convertibilidad por el cual cada peso equivalía a un dólar estadounidense.

En esa década, las importaciones fueron sustituyendo cada vez más la producción nacional, miles de pequeñas y medianas empresas cerraron sus puertas y el desempleo creció. En 2002, tras casi cuatro años de recesión, ese modelo colapsó y la moneda se devaluó. El país no tenía recursos ni crédito para exportar ni para importar.

Las autoridades sostuvieron entonces lo que llamaron el tipo de cambio competitivo como una herramienta que permitía recuperar la actividad económica y el empleo.

Ahora, esa política de mantener el dólar alto parece haber sido abandonada sin aviso y los primeros que sienten el impacto son los sectores industriales.

La Fundación Pro Tejer, de empresas del rubro textil, señaló que desde 2002 y 2007 el sector logró hacer un uso intensivo de la capacidad instalada, la producción aumentó 109 por ciento y se crearon 243.000 nuevos empleos.

En la década de 1990, las importaciones textiles tuvieron un pico de 1.112 millones de dólares en 1997. En cambio en 2002, tras la devaluación, cayeron a 253 millones. Desde entonces las compras al exterior suben y en 2007 superaron el máximo de 1997: llegaron a 1.170 millones de dólares.

Las principales compras se efectúan a Brasil (42 por ciento), que vende en el mercado argentino sin pagar aranceles por ser socio del Mercado Común del Sur, conformado también por Uruguay y Paraguay. El resto proviene de Asia, principalmente de China.

Con la industrialización del cuero sucede algo similar. "La preocupación central de nuestro sector es el incremento de las importaciones de oriente, sobre todo de China, que aumentaron cerca de 40 por ciento entre enero y junio últimos en relación a 2007", dijo a IPS Laura Barabas, de la Cámara de la Industria del Calzado.

Un informe de julio de la consultora Ecolatina explica que el tipo de cambio competitivo ese ha visto erosionado por la inflación. "Ya queda poco de este activo", el dólar alto, observó el director ejecutivo de la empresa, el economista Ricardo Delgado.

"El incipiente proceso de sustitución de importaciones está de nuevo amenazado por la penetración de oferta extranjera", sostuvo Delgado y señaló que del total de importaciones del último año, 63 por ciento corresponde a sectores en los que existe producción nacional. "La gravitación de estas compras crece a un ritmo preocupante", alertó.

El economista Eduardo Curia, crítico del régimen de convertibilidad de los años 90, ahora cree que el modelo de paridad competitiva "está perdido".

"Lamentablemente, esa paridad, que fue un eje de la estrategia económica de despegue, se perdió", dijo Curia a IPS. "Ya se empiezan a ver los impactos negativos en las importaciones que en algunos rubros crecieron en proporciones voraces", indicó.

"Pero el ariete que significaba un tipo de cambio competitivo ya es historia. Desde la devaluación de 2002 hasta ahora el valor nominal creció apenas 10 por ciento, es prácticamente un esquema de cambio fijo", consideró.

Los economistas coinciden en que es difícil pensar en una solución a la pérdida de competitividad si no se controla el alza de precios.

"Si nada de esto cambia en el corto plazo, para 2009 vamos a comenzar a notar el impacto en el empleo", vaticinó Curia.



Pequeños y medianos industriales reunidos por PERFIL coinciden en que la baja del precio del dólar los afecta porque facilita la entrada de productos del exterior y reduce la demanda de empleo interno. Piden que se fomente el crédito a la inversión como estrategia para bajar los costos. Uno solicita un dólar de $ 5 para las importaciones. CFK dijo ayer que no existe un tipo de cambio presidencial y que el Banco Central es autónomo.

Atentos a las pizarras. Empresarios de frigoríficos, elementos de seguridad, autopartes, textiles, indumentaria, calzado y cuero.

“Es obvio que este tipo de cambio es de coyuntura, lo estamos siguiendo”, advirtió ayer el titular de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Lascurain, mientras visitaba la muestra de La Rural. Aunque se resistió a precisar cuánto debe costar el dólar para recuperar la competitividad perdida, es obvio que el tema preocupa a la cúpula empresaria. También a los pequeños y medianos industriales que se ven amenazados por una “ola de importaciones”.

PERFIL reunió a nueve de ellos, la mayoría titulares o directivos de cámaras que nuclean a autopartistas, productores de indumentaria, calzado, equipos electrónicos y frigoríficos, entre otros rubros.

Tampoco se animan a ponerle un valor al dólar. Pero añoran un tipo de cambio competitivo, que les permita exportar y los proteja de las mercaderías que ingresan del exterior, especialmente de China. Reclaman una batería de medidas para fomentar el crédito y la inversión que mejore su competitividad. El reclamo no es menor, si se tiene en cuenta que la mayoría de los consultados pertenece a la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), que conduce el diputado oficialista Marcelo Fernández.

“La baja del dólar nos perjudicó, mientras los costos internos aumentan”, coincidieron Alberto Sellaro, titular de la Cámara del Calzado; Walter Hermo, de la Cámara de Industrias de Fricción y Afines (CAIFA), y Rubén Zylbersztein, de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA).

Las razones están a la vista: Sellaro asegura que en los primeros seis meses del año las importaciones de calzado crecieron 42% respecto de igual período del año anterior. Hermo dice que en el sector de autopartes de fricción se importó en 2007 40% más (en kilos) que en 2001. “Para este año se espera que las compras al exterior crezcan otro 15% respecto del año pasado”, afirmó.

“Hay empresas extranjeras que están desembarcando con oficinas comerciales para importar sus productos. Este año debemos enfrentar una suba de costos laborales de 30% y el dólar baja”, explicó Mario Elkouss, vicepresidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Industria Electrónica.

Pero Zylbersztein cree que todavía no vino lo peor: “Las compras de las importaciones que estamos recibiendo se decidieron hace cuatro meses, cuando nadie pensaba que el dólar iba a bajar. Ahora, con el dólar a $ 3,05, seguramente habrá una avalancha”.

Disidencias. Pedro Bergaglio, presidente de la Fundación Proteger y titular de una fábrica de sweters, pidió calma: “Reconozco que con el dólar se perdió competitividad y eso fomenta las importaciones. Podemos hacer competitivo al tipo de cambio con una Aduana que funcione y con una estrategia arancelaria que nos proteja de los importados. Pero al hablar de un tipo de cambio hay que ser muy cuidadosos, no alentar expectativas inflacionarias. Hubiera sido bueno seguir como se venía haciendo: ajustarlo de acuerdo a la inflación”.

Daniel Ferrer, presidente de la Cámara Argentina de Seguridad, que nuclea a productores de matafuegos y químicos, entre otros productos, dijo: “El tipo de cambio alto fue una herramienta que sirvió para apuntalar el consumo interno y evitar las importaciones. Pero eso ya pasó. Lo que se necesita es inversión para bajar costos y también aumentar las exportaciones, inversiones que hoy están paradas”.

“El 80% del PBI del mundo es crédito, Chile tiene 70% de su PBI en crédito y la Argentina sólo es el 10%. Además, de esa baja proporción muy poco va a la inversión productiva”, insiste Zylbersztein.

Es por ello que los empresarios también coincidieron en que el Estado debe fomentar el crédito productivo, para que las pymes bajen sus costos y aumenten las exportaciones.

“Hay que seguir trabajando con la Aduana, pero podemos plantear un tipo de cambio de importación sólo para productos que se fabriquen en el país, un dólar a $ 5 para esos productos. El importador tendría que ir al Banco Nación a pagarla con billetes”, propuso Víctor Hugo Benyakar, presidente de la Cámara Argentina de Indumentaria de Bebés y Niños.

Ayer, los empresarios recibieron una respuesta. Fue de la presidenta Cristina Kirchner en su primera conferencia de prensa: “Esto es un régimen administrado por el Banco Central, con plena autonomía, no es un tipo de cambio presidencial. Un régimen que permitió la acumulación de reservas y la solidez del sistema”.

viernes, 1 de agosto de 2008

Ustedes no entienden nada




Nos lanzo en la cara cuando salíamos del estudio del VCBrandsen, el Lord Mayor de nuestra ciudad visiblemente enojado, o quizás sea su estudiada actitud de dirigente de años de
dilatada militancia, a mi en particular no me sorprendió, ya conocía ese viejo razonamiento.

Si debo decir, me sorprendió que se lo dijera de esa forma tan brutal al Vicepresidente de la entidad, al que dejo con la mano extendida para increparle la tan mentada frase, a quien yo estaba acompañando en el programa para contar cual era la posición institucional respecto al tan “transcendental” tema de si se cobran o no las tasas municipales en nuestra sede social ( hace un mes que parece ser el tema central de la agenda de por acá), me gustaría saber que van a decir los periodistas que escucharon la escena.

Cuando casi a dúo le preguntamos a nuestro gobernante : ¿que es lo que no entendemos?, este haciendo un gesto casi de contrariedad por tener que desperdiciar sus saberes con nosotros, primero me aclaro que a mi para que me quede claro de una vez por todas ( parece que no aprendo fácil) que mas que explicarme un día de estos me iba a “recagar a trompadas”, cosa que yo no pienso comprobar científicamente ya que es de esos gordos grandotes y altos, (mas allá que ande haciendo dieta), así que ya se que cuando lo vea venir deberé cruzar de vereda para evitar males mayores, hace rato que sabia que no estaba ni remotamente en su lista de invitados para sus cumpleaños, sabia también porque ya me lo había dicho varias veces que mi estilo literario no le gustaba, no obstante de mi esmero por mejorarlo, en definitiva interprete sus palabras en eso que tiene que tener la dirigencia política de docencia, como afectivas, como que intentaba aplicar conmigo un método quizás mas radical de enseñanza, ante mi contumaz costumbre de no entender nada.

Lo cierto, deduje: que tanto enojo supuestamente por lo que habíamos dicho en el programa, no podía ser, ya que lo que dijimos ya lo sabia desde la mañana por la nota que se le enviara oportunamente, quizás la solución que ofrecíamos no fuera de su agrado pero bueno si se tomaron 30 días para contestarnos nuestra primer nota, que además a los reiterados llamados telefónicos de la Presidenta de la Entidad solo le contestaron con una nota dándonos la razón: que los convenios preexistententes estaban vencidos hace añares; Sigo sin entender porque tanto ruido, rumores, supuestos y tantos pedidos de explicaciones.

Y si además se consideraba por todos, los que se manifestaron en este mes, tan esencial el servicio que nuestra entidad presta a la sociedad supongo que a meritaba un mejor tratamiento hacia la Cámara y sus autoridades , pero es claro que uno no entiende nada, lo único que tengo en claro que cuando a algo tan menor se le quiere dar una importancia tan mayúscula y es generador de tanta iracundia es que los buscadores de pajitas en los ojos ajenos, alguna aviesa intención debajo del poncho siempre se traen, por mas que digan lo contrario y se hagan que nada dicen del tema pero tampoco nada hacen por desinflar o desmentir los corrillos de la politiquería o los mentideros periodísticos.

Además ante nuestra solución clara y concreta seguir cobrando las tasas a través del sistema (no local) de cobros rápido del que disponemos 2 bocas e igual horario de atención al publico solo se escucharon evasivas y querer seguir insistiendo con buscar el pelo en el huevo con posibles o supuestas incompatibilidades, como pudimos escuchar posteriormente.

Lo cierto que pareciera que cuando las cosas no salen como a mi me gustan me enojo, me hago el ofendido, el pendenciero y hasta el caprichoso, lo raro es que estas actitudes y calificativos eran las que se le endilgaban por estos lares al manejo K, pero cierto que somos diferentes pero parecidos, según nos venga bien.

En definitiva como siempre, como no entiendo nada sigo confundido en mi ignorancia.

Eso si les debo decir que no es de ahora que me pasan estas cosas, hace muchos años atrás corría el primer año de la Democracia y en una de mis primeras experiencias en acercarme a un comité de distrito, tuve la osadía (algunos me dirán presuntuosa jactancia) de preguntarle a un joven pero experimentado dirigente unos porque y como, me corto en seco y me dijo: pibe vos no entendes nada, cuando tengas los años de militancia que tengo yo, te voy a responder.

Debo decir que en aquel entonces era considerablemente mas molesto que ahora, debo decir también que evidentemente no aprendí mucho y sigo sin entender nada, eso sí, no me pueden decir que no sea perseverante e insistidor.

Saludos Cordiales