martes, 29 de septiembre de 2009

En el panradicalismo cada cual hace su juego, como era obvio.




Como era de esperarse el Acuerdo Cívico y Social, instrumento electoral del panradicalismo , gracias al impertérrito narcisismo carriotista (clik aquí) formalizo ante la sociedad mediática su crisis de protagonismos, como toda construcción meramente electoral demostró una vez que la endebles metodológica, programática e institucional que le dieron origen, eran la marca en el orillo de su caducidad a muy corto plazo.


Ante tanta obviedad, solo una pregunta recorrió la mente del Preguntón:

¿Qué será de la vida de nuestros amigos lilitos que quemaron las naves en estos pagos, ahora que nuevamente el desamor es más fuerte que el espanto?

Sino fuera tan obvio, nos daría lástima.

Saludos Cordiales.

2 comentarios:

Charlie Boyle dijo...

No entiendo la foto

Florencio F. Boglione dijo...

Si tenes razón, es difícil de entender.
Es que a mí, la actitud de Carrio y el seguidismo acritico de sus lilitos, que viven colgados de sus polleras, me hace recordar a Jacinta Pichimahuida que era una historia muy obvia. Espero sirva de aclaración.

Saludos Cordiales.