sábado, 14 de noviembre de 2009

La salada, las saladitas, los chinos, los hipermercados y el comercio tradicional.



Leíamos por acá (click aquí) que el famoso formato de ventas conocida como La Salada estaba replicando el modelo en el interior de la provincia de Buenos Aires y de los planteos que se hacen desde el comercio tradicional para que los Municipios promulgaran ordenazas restrictivas, tipo de prohibir las habilitaciones comerciales por varios meses para adecuar las leyes vigentes.
El tema no es nuevo, hace mas 10 años atrás en plena década de la desregulación y apertura comercial de la Argentina, tras la saturación de hipermercados y grandes superficies de comercialización, estas continuaron con su apropiación del mercado minorista abriendo las llamadas tiendas de descuentos o discount, cuya mayor exponente es el Día % del grupo francés Carrefuor, desde las cámaras de comercio ya habíamos reclamado y apoyado las leyes de regulación de la provincia de Buenos Aires que aun con modificaciones siguen vigentes hoy.

Recuerdo en Brandsen, como en muchas otras ciudades, demoramos la instalación de una sucursal del grupo Carrefuor allá por el año 99, que se iba instalar en la céntrica calle Ferrari, por algo mas de dos años, hasta que finalmente se instaló en la esquina de Paso e Ituzaingo, comprando un fondo de comercio (llamativamente figuaran como dos sucursales en la pagina web del grupo Día), también con el crecimiento de la instalación de los autoservicios "chinos", unos años mas tarde se recurrió a argumentos y pedidos de restricciones en las habilitaciones que aún se repiten hasta hoy, en este caso, mas allá de todos los mitos e historias que se tejen y destejen al respecto con los "chinos", lo claro es que agrupados en la Cámara Argentina de autoservicios y supermercados propiedad de residentes Chinos de Argentina-CASRECH utilizando modelos de asociatividad y organización, hasta han hecho retroceder en la torta del mercado a los hipermercados y sus tiendas de descuentos de las grandes cadenas, convirtiéndose en sus mas serios competidores, también están incursionando en la fabricación de productos, comprando industrias que los argentinos vendimos subidos a la ola de la apertura indiscriminada en la década pasada.

Ambas experiencias la de los grupos franceses como la de los chinos, son ejemplos de formas de comercialización minoristas que gracias a nuestro sempiterno individualismo, egocentrismo y soberbia no somos capaces de entender, ni aun por instinto de sobrevivencia, en esto, la ley de la selva del mercado es muy clara solo perduran los mas aptos pero sobre todo los mas fuertes.

Lo llamativo es que desde las entidades del sector pyme no solo se presiono por regulaciones y restricciones sino que se trabajo fuertemente en entender las nuevos formatos de comercializar, todavía flota en la web como una pagina fantasma de ese esfuerzo de demostración de política publica activa que fue el IDEB, suprimido por la Ley provincial 12889, quizás no se contó con el suficiente poder político para sostener en el tiempo, acciones en defensa del circulo virtuoso del mercado interno.

Con el "fenómeno" de la feria La Salada y sus saladitas, estamos ante mecanismos de adaptaciones de sobrevivencia por parte de aquellos sectores que el consenso neoliberal pretendió ignorar, pero por sobre todo la fuerte aceptación por parte de los consumidores es el dato central a tener en cuenta.
Los llamados sectores del comercio tradicional pyme no deben repetirse en planteos de restricciones insostenibles en el largo plazo y avanzar urgentemente en comprender los escenarios socioeconómicos que los tienen como actores, malinterpretar el fenómeno globalizador de hace 30 años nos llevo entre otras cosas a la perdida de mas de dos tercios del mercado de comercialización minorista argentino y a cientos de miles de familias de pequeños comerciantes a la desocupación.

En definitiva, nos parece que repetir diagnósticos de hace 10 años ante los avances de la "competencia" comercial o escuchar hace unos meses con motivo del llamado conflicto agropecuario, como desde las entidades de comercio de distintas localidades bonaerenses se hacia un seguidismo acrítico del discurso mesaenlasista que reclamaba, en un refrito del recetario neoliberal, que el problema de los productores de leche y carne estaba en "el intervencionismo estatal" tergiversando que la rentabilidad del mercado marcaba el predominio del monocultivo de la soja, nos hace presuponer que el consenso libremercadista en el que tanto los actores socieconómicos, políticos y gremiales supieron coincidir y concebir como una necesidad hacia fines de los ochenta, sigue vigente en amplios sectores pymes, lamentablemente nos cuesta reconocer que ese camino nos tuvo como socios en el reclamo de los beneficiarios del modelo pero las perdidas fueron todas al saldo de nuestra cuenta corriente.

Saludos Cordiales.

No hay comentarios.: