miércoles, 14 de enero de 2009

¿El "soy power" llega a la política?




En consideración de los que se "perdieron" cuando nombre al "soy power" en algunos comentarios y a consideración de Mariano T de lapatriachacarera. blogspot.com que sostiene que el tema merece mayor desarrollo, transcribo la nota a continuación del que considero el principal vocero de la autodenominada "Argentina verde y competitiva", que este sábado pasado como es habitual a su campaña propagandística en Clarín rural pronostico que: El "soy power" llega a la política.
Alguna reflexión sobre este tema ya hemos publicado solo repito acá (con algunas correcciones) mi comentario a Mariano T. en el Blog del Ingeniero: el gobierno ya pago y creo que va a pagar un costo electoral grave por sus errores de diagnostico. No creo que se haya resignado a perder en la pampa húmeda, la movida Reuteman ¿les dice algo?.
Lo que paso en los noventa en el sector agropecuario fueron las primeras consecuencias del modelo de "la Argentina verde y competitiva": cientos de miles de pymes agropecuarias endeudas, rematadas y fundidas. Los que se salvaron de aquella vez y no perdieron sus tierras hoy nuevamente errándole al diagnostico insisten en creer por ideología que el Estado es el problema cuando no entienden que el problema es sistémico, la economía de libre mercado tiende a concentrarse en pocas manos y las pymeas no tienen un lugar destacado en el largo plazo en ese juego. Defender "las ventajas comparativas" y toda el cuento de la "mano invisible del mercado" tiene su costo.


Agrego, ciertos "modelos" le pueden "cerrar" a algunos pocos, mientras tanto ¿que hacemos con los que se quedan afuera del juego?, ¿les damos unos cursitos para que aprendan de "competitividad", "calidad" y "eficiencia"?.
Además nos estamos olvidando que muchas personas pasan hambre, ¿como se explica y justifica en un país excedente en alimentos?.
Quizás no tienen paciencia en esperar "el efecto derrame".

Para mí, hace rato que tenemos "soy power", lamentablemente.Ahora solo buscan blanquearlo políticamente.

Saludos Cordiales.




LOS CAMBIOS EN LA NUEVA ARGENTINA
El "soy power" llega a la política

Héctor A. Huergo.
hhuergo@clarin.com

El centro de gravedad de la economía nacional se trasladó a la Zona Centro. El eje Rosario-Córdoba irradia con una fuerza creciente, acompañado por las provincias aledañas, que comparten la vocación agroindustrial del interior profundo.

Ahí está el epicentro de la Segunda Revolución de las Pampas, creadora de enormes ventajas competitivas a fuerza de tecnología e inversión.

La crisis global no hará otra cosa que profundizar el fenomenal cambio estructural que ha venido registrando la geografía productiva argentina.

Los abanderados de esta causa, la soja, el maíz, el trigo, se han despegado de los índices financieros y vuelven a mostrarse en alza.

Hoy, con un quintal de soja, se puede comprar tres veces más petróleo que hace solamente seis meses.

Cuando cuatro años atrás la Fundación Producir Conservando dio a conocer el trabajo de Juan Llach sobre la composición del empleo por sectores, el campo y la agroindustria ya representaban el 40% de la mano de obra nacional.

Desde entonces, el PBI agropecuario se expandió un 30% más, y por encima de los demás sectores industriales.

Otros trabajos demostraban que también aportaba el 45% de los ingresos fiscales, además de seguir creciendo su participación en las exportaciones: los Productos Primarios y las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) lograron superar el 60% en el 2008.

Y a ello habría que sumar otros rubros que figuran como Manufacturas de Origen Industrial (MOI), pero que pertenecen a la cadena agroindustrial, como los agroquímicos, los fertilizantes y el biodiésel.

En este último caso, ya con embarques por más de 1.000 millones de dólares en su primer año de vida.

Decenas de fábricas de maquinaria agrícola. Miles y miles de camiones dedicados exclusivamente al transporte de productos del campo. Las bolsas para silo ya constituyen la mayor demanda interna de polietileno producido en el país con gas propio y ajeno. El mayor consumo de combustibles viene del campo.

Y la mayor parte se exporta con valor agregado, convertida en aceites vegetales, harinas de alto contenido proteico, y ahora también pollos, o precursores químicos como el ester metílico, con el que se hace el biodiésel.

Todo esto, saliendo por la hidrovía, la obra de dragado más importante de la historia a nivel mundial, una epopeya que pocos conocen y rescatan.

Se trata de una obra realizada por el capital privado, donde el Estado lo único que tuvo que hacer fue facilitar las autorizaciones, además de defaultear su compromiso de aporte (50 millones de dólares anuales que nunca puso).

De allí salen granos y co-productos para todo el mundo, que alcanzaron la cifra de 23.000 millones de dólares el año pasado. Un 20% más que en el 2007. Y todavía queda mucho hilo en el carretel, por las demoras en los embarques.

Esta nueva Argentina tuvo su bautismo de fuego político en el 2008, cuando los del campo le pusieron la mano en el pecho a un gobierno que viene de las antípodas.

Fue la primera expresión del nuevo poder económico del interior. El "soy power" (el poder de la soja) hizo sonar su despertador. Y ahora, cuando despunta el 2009, aparecen indicios de que cada vez tallará más fuerte en la gran escena política nacional.

El lanzamiento de Carlos Reutemann como presidenciable para el 2011 se inscribe en esta saga.

Se suma a la candidatura obvia de Felipe Solá. Ambos crecieron de la mano de su postura a favor del campo en el conflicto por las retenciones móviles, que cambió la historia nacional.

Pero vienen con antecedentes muy fuertes de vinculación objetiva con el sector.

Reutemann es productor desde siempre. Visitante infaltable de las grandes exposiciones, siempre, desde el llano o como gobernador, se mostró genuinamente interesado por los avances tecnológicos.

Además, el senador y ex gobernador de Santa Fe fue un gran facilitador para la consolidación del polo agroindustrial del Gran Rosario, la industria lechera santafesina y el poderoso cluster de maquinaria agrícola de su provincia.

Felipe Solá fue casi diez años secretario de Agricultura, y su gran pergamino fue la autorización de la soja RR en 1996.

La cosecha pasó de 15 a 50 millones de toneladas en apenas una década. Sólo en el último año, la diferencia representó 15.000 millones de dólares.

Pero tendrán que pelear. Por ejemplo con el ex gobernador salteño Roberto Romero y el puntano Alberto Rodríguez Saá. Ambos se muestran definitivamente convencidos del destino agroindustrial de sus provincias.

La propia Elisa Carrió y la Coalición Cívica, se encuentran consustanciadas con el sector. La Comisión de Agricultura de Diputados tiene un vicepresidente (Christian Gribaudo) que pertenece al Pro.

En la diversidad, hallan puntos coincidentes en el apoyo al campo y a la agroindustria, como creadores de riqueza y de puestos de trabajo genuinos.

Sí, hay un nuevo país, y ahora se está expresando, más allá de la protesta.

Era hora

http://www.clarin.com/suplementos/rural/2009/01/10/r-01836656.htm

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, te invito a darte una vuelta por mi blog, saludos.

Mariano T. dijo...

La revolución que significó la década del 90 en el campo va a poder ser estudiada recién en unos años, con más y mejores estadísticas, y con resultados de mas largo plazo.
Mi opinión es que se dio una típica reestructuración capitalista, de las que se dan en las megamepresas, con cierre de fábricas, potenciación de nuevas unidades y despidos masivos.
Eticamente es cuestionable, pero el capitalismo nunca fue demasiado ético en ningun aspecto.
Hay que hacer también un par de consideraciones:
Tal vez el aspecto más cuestionable fue la reducción del número de explotaciones y el consiguiente aumento del tamaño promedio de las mismas, pero se debe tener en cuenta que es un fenómeno que empezó en 1970 (de acuerdo a los censos) y que se dio simultaneamente en Argentina, Estados Unidos, Canadá, Australia, etc.
Yo creo que más que "soy power" y otros slogans, se debe titular el cambio producido como la llegada al país (15 años después y casi de golpe) de la "Agricultura Industrial".
La agricultura industrial es una fase nueva de la segunda profesión más antigua del mundo.
Como exportador, la Argentina no tiene posibilidad de quedarse afuera de dicha ola, o la barrenás o te tapa. Es la reacción contra el deterioro de los términos del intercambio, o tal vez la causa.

Mariano T. dijo...

Cuáles son las políticas gubernamentales ante la industrialización de la agricultura?
Una posición es el laissez fair, muchos países como Brasil, Canada, Australia, hasta cierto punto EEUU siguen esta política. Lo que tenga que ser, que sea. Aunque varios tiene elementos de la seguna posición.
La segunda posisición es sostener la agricultura familiar, la peqiueña o mediana escala y el afincamiento del productor en su chacra. Es claramente la política europea. Supone regulaciones para evitar las ampliaciones, el ingreso de jugadores corportaivos al campo de la producción, y sobre todo cuantiosos subsidios, para que un productor pueda vivir bien de acuerdo a los standares europeos en 30 hectáreas.
La tercer política es la argentina (y ninguno más), acá se actúa como si el sector rural fuera un país conquistado. Se maximiza la apropiación de renta por parte del estado, la Industria transformadora, el consumidor, etc. Se supone que al sector le dejan lo mínimo indispensable para que continúe su actividad, pero puede haber errores de cálculo.
Sin duda se favorece la concentración, porque eso favorece la extracción de las ganancias para derivarlas a otros fines.
Es como yo actuaría si Argentina conquistara otro país y me nombraran virrey.

Florencio F. Boglione dijo...

MAriano T: comparto que las políticas del Gobierno hacia el sector han sido muy erráticas, en el ultimo año solamente se quiso establecer políticas mas activas( quizás no suficientemente estudiadas técnicamente) y políticamente mal implementadas.
No comparto que su descripción de la tercera política.
Creo que Argentina desde la desregulacion del 89 aplica la política del laissez fair que usted atribuye a EUA, Brasil y Canadá, se poco de política exterior pero lo poco que se es que EUA tiene precios sostén para los granos y fuertes subsidios, Brasil aplica fuertes compensaciones a sus productores y en Canadá el comercio exterior de granos lo maneja el Estado.
Por otra parte le aclaro que sin animo de polemizar con usted ni mucho menos yo me quede en el 45 en cuanto a política económica, sigo sosteniendo la Declaración de Avellaneda de ese año como programa. Un Estado activo y regulador de la política económica, no creo en el "libre mercado", creo en un Estado democrático con activa participación de los ciudadanos como única garantía de arbitrar y moderar los abusos de lo que usted llama "típica reestructuración capitalista".
No conozco ningún país del Primer Mundo donde el Estado este ausente como acá.