martes, 29 de enero de 2008

LA HISTORIA ES CIRCULAR: PARTE DOS

La segunda parte se hizo esperar en realidad la tenia hecha de hace rato pero no le daba entrada por algunas correcciones pendientes y fundamentalmente porque mas que seguido me daba como que era un tema envejecido pero como no es esto un periodico, ni un noticiero, vale entonces estas reflexiones sobre el panorama de las distintas facciones del espectro político partidario después de los resultados de la elección de octubre.

En la primera parte nos ocupamos de analizar la situación del radicalismo burocratico que insiste en pelearse por ser la primera minoría de la oposición con Elisa Carrio a la que los radicales del elenco partidario estable de los conocidos de siempre tienen un especial rencor de marido abandonado.
Lo cierto que es tan escuálida la presencia opositora en las cámaras legislativas, tanto nacionales como provinciales y si de presencia territorial en cuanto a intendencias hablamos, en el caso de la provincia de Buenos Aires alcanzan con los dedos de dos manos para contar los gobiernos municipales, agravando la situación por tratarse de ciudades con escasa población.
Como decíamos es un discusión lamentable, a la que se suma la lider de la Coalicion Civica al hablar del éxito electoral que tuvo en las ultimas elecciones, es cierto que creció a 4.400.000 votos en comparación al 2003 pero decir que le robaron un millon de votos es parte de la desmesura a la que nos tiene acostumbra EC.

El principal problema con Carrio es que habla demasiado ( primero anuncio que no iba a ser candidata en 2011 y que se tomaba vacaciones, a los días cambio de idea y volvió para decir que no podía abandonarnos y que además perdonaba a todos los que le hicieron mal ¿?) insistiendo en ser un liderazgo mediático, cada vez mas vaciado de conducta y coherencia en el pensar, decir y hacer, poniéndose en un lugar desde donde puede decir cualquier cosa de cualquiera y hacer acotaciones "graciosas" sobre su forma de vivir no me parece de alguien que intenta encabezar un liderazgo político, por supuesto que en comparación con los muchachos y muchachas con los bolsillos llenos con plata de los negocios que les reportan administrar los recursos públicos ella es una carmelita descalza pero lo grave no esta ahí sino en su soberbia mística y intelectual que le impiden reflexionar en serio sobre su inestabilidad emocional ( me parece bien que recurra a Dios, pero también hay terapias que le ayudarían a sobrellevar mejor los pesos que ella en su búsqueda contradictoria de ser nuestra salvadora se carga sobre sus espaldas), debemos dejar de buscar "papas salvadores" y ahora "mamas" hagámonos cargo de nuestras vidas no sigamos políticos que nos digan lo que tenemos que hacer sino a aquellos que hacen lo que nosotros le decimos, si algún día queremos vivir en un país en serio debemos reconstruir la democracia representativa pero de abajo hacia arriba.
Esa frase de EC que" para que los árboles den frutos hay que podarlos" en referencia a los diputados del Ari que plantearon diferencias políticas con su liderazgo me parecen muy desafortunadas y convalida su parte autoritaria, lamentablemente si no es capaz de compartir un espacio político con los que plantean diferencias metodologicas e ideológicas, que no siga hablando de institucionalidad porque primero que me explique como funciona la institucionalidad del Ari y de la Coalicion Civica, porque con ese discurso de la prepolítica y que las ideologías se han muerto lo cierto es que las vaquitas siguen siendo ajenas y las penas nuestras.
EC si rompió alguna vez para no doblarse, seria bueno que dejara de lado esa soberbia académica para decirnos lo que esta por ocurrir y tenga el buen tino de aportar a una construcción política que vaya mas allá de hablar de la moral y las buenas costumbres, porque el modelo de exclusión socioeconómica que nos dejaron los que se beneficiaron con la dictadura del 76 no pudo ser modificado luego de casi 25 años de democracia.

El espacio de la CC, si bien se instalo a EC en el imaginario colectivo como la referente de la oposición, también es cierto que sufre una fuerte crisis luego de la elección de octubre ( hice referencia a esto en la carta abierta a al diputado Macaluse) que comenzó con el planteo de un importante grupo de diputados del Ari que no se unieron a la bancada de la CC. Transcribo algunas interesantes análisis sobre esta crisis :

GABRIEL PURICELLI *
“Razonable y oportuna”


A la Coalición Cívica hay que caracterizarla no sólo como una estrategia electoral, sino también como la vía de escape que encuentra un liderazgo con muchos problemas para funcionar bajo las reglas de los partidos en democracia. Para Elisa Carrió, la CC surgió como la posibilidad de una fuga hacia adelante respecto de las restricciones que le imponía el funcionamiento partidario del ARI. En segundo lugar, Carrió desarrolla una operación electoral que, aunque es presentada como un éxito respecto de sus resultados en 2005, se basa en la interpelación a un sector social muy diferente al que se había dirigido antes. Además, se benefició del derrumbe de López Murphy y de que Macri no se haya presentado en las elecciones. Pero lo hace dejando vacante a casi todo el centroizquierda, que entonces encuentra expresión en el oficialismo y en otros sectores menores. En este sentido, la ruptura de este grupo del ARI parece razonable y oportuna: no solamente porque no están de acuerdo con el giro hacia el centroderecha de Carrió, ni con su clivaje gorilas versus peronistas, sino porque este sector del ARI puede articularse con espacios como el de Claudio Lozano, Luis Juez en Córdoba, Víctor De Gennaro y otros. Toda esa constelación tiene posibilidades de expresarse electoralmente, por lo que el momento más adecuado para plantear una ruptura es ahora y no dos semanas antes de las elecciones.
¿Esta ruptura puede afectar a la Coalición Cívica como fuerza opositora? Por ahora no. Como Lavagna fracasa en representar a los moderadamente disconformes con el kirchnerismo, Carrió tiene razonables chances de construir un consenso con sectores de las pequeñas y medianas burguesías. Obviamente, estaría compensando del centro a la derecha lo que estaría perdiendo del centro a la izquierda.
* Sociólogo, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas. Publicado en Pagina 12


JORGE MAYER *
“No hay estructura”

La tensión dentro de la Coalición Cívica era previsible porque el ARI nunca se democratizó ni desarrolló una vida institucional estable, con elecciones internas. Al formarse la Coalición Cívica, el ARI entró como una parte más, arrastrando cierto malestar entre sus dirigentes ya desde el acuerdo de Elisa Carrió con Jorge Telerman para las elecciones porteñas. Esta crisis era esperable desde que Carrió decide licuar al ARI dentro de una formación más amplia como la CC, que nadie eligió. Desde el punto de vista de la vida política interna, Carrió siempre ha tenido actitudes autoritarias: los vicios que ella atribuye a la vieja política también los lleva consigo. Su liderazgo funciona sin estructuras partidarias. La tensión se produce ahora con gente que venía haciendo política con ella desde hace años y que ve que el círculo íntimo de Carrió se llenó de extrapartidarios. Maffei, Macaluse y los demás se ven desplazados del grupo de los favoritos, un grupo que va cambiando, justamente, porque no hay estructura partidaria. En definitiva, es una puja por ver quiénes entran en ese círculo íntimo porque ahí es donde se definen las expectativas políticas.
Todo este proceso a la CC le puede hacer mella, en especial porque quienes han tenido actividad política permanente son precisamente los que hoy están protestando y que, posiblemente, terminen integrando otra construcción política. En este sentido, Carrió no parece muy consciente de que el voto que sacó en las elecciones fue en un 30 por ciento propio y el resto fue un voto puramente estratégico, que se definió en los días previos a la elección, en un intento de los centros urbanos por ir a una segunda vuelta y condicionar el poder K. Es un error creer que ella sea la principal fuerza de oposición. Su debilidad es que no tiene una construcción política sólida.
* Director de la carrera de Ciencia Política (UBA). publicado en Pagina 12


El costo de un viraje
Por Mario Wainfeld



“Al perderte yo a ti
Tú y yo hemos perdido”.
Ernesto Cardenal. Epigramas.


Muchas mutaciones produjo Elisa Carrió desde 2003, tiempos en que se autodefinía como “gorda, periférica y provinciana”. Algunas, las referidas a su estética, fueron las menos relevantes, aunque congruentes con el conjunto. Las otras resultaron más significativas. La máxima, comentada meses ha por el politólogo Edgardo Mocca, fue un giro pragmático que obró sin resignar del todo su verba profética.
La primera señal de esa incursión en la real politik fue su sorpresiva entente con Jorge Telerman para disputar el gobierno de la ciudad. El afrancesado jefe de Gobierno tiene máculas que solían excluir a cualquiera del paraíso de Lilita: ser peronista explícito la primera, que no la única. París bien vale una misa, la Capital pudo valer una herejía, en aras de evitarse una derrota estruendosa y, quién le dice, de sacarse la grande en una virtual segunda vuelta. No se pudo lo mejor, se gambeteó la goleada. Un rebusque bilardista, si usted quiere.
Trascartón, Carrió se reconfiguró de cara a las elecciones nacionales. Puso el ojo en su antigua querencia, el electorado radical, y minimizó (también sin retractarlas del todo) sus banderas progresistas y novedosas. Siguió bregando por el ingreso universal a la niñez, pero adoptó a Alfonso Prat Gay (un paladín de ralentar la economía) y se hizo abanderada de los intereses “del campo”. Nadie se esmeró en hacer cerrar ese discurso, demasiado polisémico.
Su liderazgo, su imagen y su intención de voto siguieron siendo los más altos del abanico opositor. Y su interpelación se hizo más precisa, era la más opositora de los opositores.
La (por darle un nombre) evolución fue mirada con sorpresa y escasas chances de reacción por los compañeros de la primera hora del ARI. La campaña constriñe la discusión interna, la preeminencia marcada de la líder hacía el resto.
Ricardo López Murphy significó un límite. Unos cuantos diputados aristas lo cuestionaron no por derechista, sino “a la manera de la Coalición Cívica”: por su ética. Puntualizaron que no eran morales su política económica ni su gestión como ministro de Defensa de la Alianza. Los socialistas también habían puesto el grito en el cielo, situando a Carrió en un brete: era feo para su nuevo perfil ceder a presiones de abajo (y de centroizquierda), es malo en cualquier instancia perder tantos aliados. La elefantiásica falta de reflejos del Bulldog le jugó a favor: el hombre perseveró en su candidatura suicida, el entuerto quedó zanjado.
La fuerza centrípeta de la campaña evitó dispersiones pero trazó zanjas entre los recién llegados y los que recorrieron todo el camino. Las urnas premiaron y agrandaron a Patricia Bullrich y María Eugenia Estenssoro, dos de las más rechazadas.
Varios gestos inconsultos de la referente (ya no diputada, ni autoridad del ARI) redondearon una dispersión anunciada.
El anuncio de ayer sincera una situación que dará para más. Habrá que ver los realineamientos de los díscolos. Marta Maffei terminará su mandato y dejará Diputados, una merma sensible para el Parlamento y no sólo para uno de sus bloques. Los otros buscarán otras pertenencias políticas y habrá que ir viendo cómo gravita Hermes Binner, otro que aceptó ser aliado electoral a contragusto.
La potencia de Carrió es mayor que la de sus disidentes, su target es amplio, su opción parece clara. Nadie hace introspección después de una fractura; los antecedentes de Lilita autorizan a suponer que ella no será la excepción. Sin embargo, algo hay de fracaso en no haber podido contener a varios de sus mejores cuadros por trayectoria y desempeño parlamentario. Era peliagudo proponerse sumar a Prat Gay y Bullrich, más Macaluse, María América, Maffei. Esa alquimia ambiciosa, que se reveló imposible, era más sugestiva que reemplazar a unos por otros, aun si se los considerara equiparables.




El problema de la oposición no es que esté dispersa, sino que no ha sabido construir una fuerza política y social que inspire confianza.



Por: Carlos Raimundi


En muchos casos, el Gobierno se torna enemigo de sí mismo, al desaprovechar el inmejorable marco de condiciones para dar un salto hacia el despliegue económico, social, institucional y moral de la Argentina. Es increíble la miopía que demuestra para situar temas cruciales como la energía y la inflación como políticas de Estado, de modo de sustraerlas de lo electoral.Dista mucho de ser una opción de centroizquierda como pretende. Pero también debe decirse que no se trata de una coalición neoliberal tan homogéneamente perversa como la de los años 90. Desde la oposición, no se trata de regocijarse con una inflación mayor a la que marca el INDEC, sino de trasmitir cómo contener el desborde de precios sin enfriar el crecimiento económico.Está claro que el Gobierno se apoyará demagógicamente en la distribución social de una pizca de superávit. Pero también existe el riesgo de que la oposición resulte, por acción u omisión, funcional a los conocidos intentos del poder de exacerbar la crispación social con cortes de servicios, corridas de divisas y precios, desabastecimiento, inseguridad. Me resisto a optar entre la demagogia con desprecio institucional y un liberalismo devenido a último momento en republicano. Creo, más bien, en la construcción de una síntesis racional entre el desarrollo social y la calidad de las instituciones, aunque esa batalla cultural demande un tiempo más dilatado que el cronograma electoral. Constituirse en alternativa profunda a este Gobierno no reside en el pragmatismo electoral, sino que requiere una coherencia, de modo de inspirar en el pueblo la sensación de que, una vez en el gobierno, haríamos las cosas mejor. Esa es la diferencia entre ser opositor y ser alternativa. Un éxito electoral, si procura un verdadero cambio de valores, debe plantear una profunda batalla cultural y no caer en las tentaciones del relativismo ideológico. Esto no significa no querer ganar, sino que para ganar hay que construir con mucha consistencia, aunque ese proceso demande una, dos o tres elecciones. Pretender ganar antes de consolidarnos como alternativa nunca fue nuestro camino. El problema de la oposición no es que esté dispersa, como piensan algunos. Sino que no hemos construido una fuerza política y social homogénea y consistente. Sólo se llegará a ser mayoría desde la homogeneidad de las concepciones, pero no se logra homogeneidad desde la simple acumulación numérica. El próximo 28 de octubre marcará el principio del fin de las construcciones partidarias que giran en torno de líderes con rating, y que por ello terminan sometidas a los vaivenes narcisistas de éstos. Es necesario, en cambio, fortalecer nuevos espacios políticos basados en una práctica colegiada de toma de decisiones, como contribución a un sistema de partidos más institucionalizados, más previsibles, más coherentes, y menos pendientes de lo carismático. Publicado en Clarin


Nada es lo que parece y menos en política, esta claro que una elección es una foto de un momento dado y que los acontecimientos siguen adelante no hay que confundirse en creer que el tiempo se congela. Habrá que ver como evoluciona esta crisis de identidad que sufre el espacio de la CC, pareciera que el debate planteado por los diputados del Ari Autónomo fue cortado de cuajo con la resolución del Ari nacional y la expulsion de Raimundi como presidente del partido Ari en la provincia de Bs. As. y la urgente convocatoria a elecciones internas de nuevas autoridades donde una lista única convalido lo actuado por EC y la CC.

Recordemos tambien que en este espacio aporto sus votos el actual gobernador de Santa Fe Hemes Binner que tampoco se deja llevar de las narices por cualquiera, y es una de las figuras con proyección nacional no solo por gobernar una de las provincias mas iportantes del pais sino por su trayectoria y la construcción política que ha venido realizando el Partido Socialista de Santa Fe, con una importante experiencia en la administración desde hace años en la ciudad de Rosario y ahora en el gobierno provincial.
En tanto a Mauricio Macri la vidriedra de gobernar la Ciudad de Buenos Aires le esta mostrando que una cosa es el marketing político para ganar una elección y otra bien distinta es gobernar, por ahora solo mostro que le costo bastante armar un equipo y que sus medidas son todas dignas del menemismo, difícil se le hara construir un espacio nacional luego de la estrepitosa derrota de Lopez Murphy y que EC ocupara el espacio que dejo vacante.
En cuanto a la izquierda sigue atomizada en minúsculos sellos que nada nuevo tienen para decir o hacer y la reaparición de Pino Solanas y su proyecto Sur pareciera mas una reivindicación nostalgiosa de una Argerntina que fue, ademas de aportar su parte a la historia circular que recuerda al Frente Amplio del 95.
En síntesis dentro de 2 años muchos opositores intentaran repetir la historia del 97 en ese sentido la CC y Elisa Carrio con su continua campaña de denuncias de corrupción es una replica del Frepaso de Chaco Alvarez con su continuidad de la convertibilidad y su modelo socioeconómico pero eso si sin corrupción.

Esta realidad de la oposición pareciera confirmar los postulados del supuesto Teorema de Telerman, según dicen que sostiene que: “el problema de esta oposición es que a uno lo vuelve kirchenerista” , sin lugar a dudas que a muchos nos debe dar vuelta por la cabeza.

En cuanto el triunfo del oficialismo nucleado en la Concertación plural o FPV con la formula presidencial CFK esta claro también que las prediciones o encuestas que hablaban de números arrasadores hace rato que en la realidad no se cumplen : 44, 92 % 8.204.624 votos en el total país, que aunque son muchos votos, al ser la diferencia tan grande con la oposición parece mas abismal pero la realidad que CFK logro reagrupar el voto del histórico del peronismo que en la elección del 2003 se había fragmentado en tres Menen 4741000 K 431200 y RSaa 2236000 aun así si consideramos en términos que el padrón a crecido en votantes saco mas o menos la mismos votos que doce años atrás Menen, en 1995 en su reelección , y muchos menos que los 9.165.000 que DeLaRua en 1999
Lo que manifiesta claramente que cuando se habla de hegemonismo y demas no tiene correlato con el respaldo popular si lo tiene en como se traduce tal diferencia de votos en los resortes de funcionamiento de los poderes del estado pero el tema no esta en el oficialismo sino en la oposición que no ha sabido ocupar la vacante que dejo la desaparición de la UCR como partido nacional, esta claro que el centenario partido que se caracterizaba por una fuerte vida institucional siendo el paradigma de un partido, entro a partir del 87 en un lento pero inexorable camino de autodestrucción al ir deslegitimando los mecanismos, reglas y conductas de funcionamiento interno que le daban la razón de ser el representante de un amplio espectro de la sociedad, no voy a entrar en detalles que hace mas de 15 años ya hice públicos, y además algunos ya fueron analizados en la parte uno de estas reflexiones.
Lo cierto que la totalidad de los gobernadores de provincia y la mayoría de los intendentes radicales de las ciudades mas importantes de la provincia de Buenos Aires hayan adherido a la llamada Concertación Plural de CFK tiene mas que ver con el profundo deterioro institucional partidario que con las indudables necesidades de recursos que tiene todo aquel que se debe a responsabilidades ejecutivas.

Salvando las diferencias, el escenario político es similar al de 1995 un gestión que consiguió su reelección con sus luces y sombras con el acompañamiento de casi la mitad de los votantes, la otra mitad no conforme con la gestión de gobierno no logra agruparse o sentirse representado por un espacio político que la aglutine.
Pero en definitiva, como venimos sosteniendo el problema de fondo de nuestra nación esta enmarcado en este proceso de la concentración económica del mercado mundial a la que nuestras elites dirigenciales nos hicieron adherir a sangre y fuego a partir del 75 y los partidos populares desde el 83 a esta parte solo pudieron, quisieron o supieron seguirle el paso de baile, sumergiéndonos en esta crisis de modelo que se manifestó en el 2001 pero pese a las ilusiones de los ingresos extraordinarios de las materias primas nos ayude a seguir haciendonos los distraídos con la realidad que marca que pese al crecimiento ininterrumpido, la desigualdad entre los que mas ganan y los que menos, sigue ampliándose ( el 10 por ciento de los argentinos vive apenas con 11 pesos por día, mientras que medio millón de hogares tiene la posibilidad de gastar hasta 700 pesos cada 24 horas, sólo el 5 por ciento de los argentinos de mayor poder adquisitivo concentra un cuarto del ingreso nacional, de acuerdo con un trabajo de la consultora CCR.) y este país dual que supimos conseguir con todas son nefastas consecuencias sigue intacto y no hay simulación de la realidad que lo pueda ocultar por tiempo indeterminado, no esta en mi animo ser apocalíptico, solo intento manifestar que estamos mas pobres que hace 30 años que es mucho decir, y lo peor que todo el sistema institucional esta destrozado `por la crisis de representatividad, la situación del radicalismo la pongo siempre como ejemplo pero se repite en la amplia mayoria de los partidos y en el oficialismo ( donde los pronunciamientos de institucionalización o reconstrucción del peronismo manifestados por K habrá que ver como evolucionan) lo cierto que con la oposición fragmentada y sin la construcción de un verdadera alternativa de contropoder hacen mas difícil que una agenda con los temas que hacen a las necesidades populares tenga viabilidad.

En función de esto de interpretar la historia que se repite y como los movimientos sociales y políticos se repiten ( seria una conducta humana la de repetir los hechos o conductas gobernados por nuestro inconciente esto en forma individual pero seguaramente tambien lo hacemos de forma grupal) y en estos tiempos de globalización, seguramente los comportamientos sociales se han complejizado junto con la tecnología.

A lo largo de la historia política argentina el peronismo nacido allá por el 45 ha tenido una continuidad y protagonismo indudables, también es cierto que los gobiernos peronistas pueden ser claramente diferenciados en tanto a sus comportamientos político, sus relacines con los principales actores socioeconómicos y los sectores populares en tres momentos: 45- 55, 73-76, 89-99 al que quiera ahondar en estos argumentos recomiendo la lectura del libro de Ricardo Sidicaro: Los tres peronismos Estado y poder económico, que marca las trasmutaciones en este movimiento en su constante adaptación a la realidad argentina o mundial que a pesar de las crisis recurrentes le ha permitido seguir protagonizando el escenario electoral rondando el acompañamiento de la mitad de los que deciden votar, desde el retorno de la democracia en el 83 a esta parte.

Voy a insistir con esto que el modelo implantado en el 76 es el triunfante mas allá de que se insista que con la crisis del 2001 exploto la convertivibilidad y cambiamos el modelo, discurso al que es tan afecto el kirchnerismo, al que tendríamos que llamar cuarto peronismo que según el cómico Diego Capusoto “seria le menemismo con derechos humanos” y vistos los discursos de Asunción de CFK esta claro que mas alla de las consignas de campañas del “cambio recién empieza” la Presidenta insistió con los ejes centrales que marcaron la agenda K, no hubo nada muy novedoso es claramente un cambio en la continuidad, nada mas que Néstor K se dedicara a “fortalecer”, “reafirmar”el peronismo que será la base de un gran espacio plural el cual piensa liderar. Cumpliendo con aquello de que técnico que sale campeón no cambia de equipo ni de forma de jugar, es indudable la capacidad del kircherismo de construir poder electoral, en el 2001 la intencionalidad de voto propia no alcanzaba los dos dígitos, supo convertir una vez en el gobierno nacional su debilidad electoral primigenia en fortaleza, a los dos años en el 2005 y finalmente con la elección presidencial reciente logrando 8 millones de votos que significaron el 45 de los que votaron afirmativamente encauzando la fragmentación del peronismo en el 2003 . Tantos años no pasaron apenas 4, y como decimos el tiempo es veloz, y como siempre los discursos tapan la realidad pero al final esta emerge por algún lado, siempre.
Esta claro que mas allá de los emotivos recuerdos a la generación del 70 y la memoria de los derechos humanos que no fueron respetados por la violencia y el poder instaurado por ultima la dictadura, los sueños de cambiar el mundo que tenia esa generación, según CFK ahora humildemente lo cambiaran por cambiar la realidad Argentina, la verdad que suena muy lindo y personalmente me emociono cuando escucho muchas de las cosas que tan hábilmente argumenta la Presidenta también me pasaba con los primeros discursos de NK y debo admitir que a principios del los 80 también con los de Alfonsín, pero lamentablemente no somos seres meramente emocionales, como dice un amigo “no me importa lo que digan siempre hay que ver como caminan”, seria mas fácil si la política se redujera a creer o no, blanco o negro, Gorila o peronista.

El tema es difícil para los que nos paramos el en el medio no somos pro, ni anti, ni gorilas, ni fanáticos y no creemos que esta todo mal o todo bien y nos la pasamos mirando caminar a todos, somos los que aprendimos de aquella frase que decía no les pido que me sigan a mi por lo que digo sino por mis ideas y por mis conductas pero sobre todo aprendimos a no seguir a nadie y estamos dispuestos a aportar pero no firmar cheques en blanco.

Hoy muchos ya no tienen recuerdos del primer peronismo, el segundo fue apenas la fugaz contradictoria experiencia que abrió las puertas a la dictadura del 76 y el tercero la continuidad de esta en democracia , el desafió del cuarto peronismo es sin duda no ya solo reivindicar los derechos humanos de los que perdieron la vida por intentar soñar y querer cambiar el mundo a puro voluntarismo sino conseguir que los derechos humanos: la salud, la educación, la vivienda, la justicia, el trabajo. la igualdad y la libertad de todos aquellos que todavía confian que votando cada dos años se mejoran las condiciones de vida en un mundo globalizado por el fundamentalismo neoliberal mas allá de que simulemos otra cosa y esta bien que hablemos de multilateralidad, palabra difícil de pronunciar si las hay, esta bien que al menos en los discursos se critique el orden establecido pero también sepamos que de palabras no solo vive el hombre.

Por mas que se hable de mejorar la institucionalidad, de reorganizacion de los partidos y que hablemos de como va a ser el panorama electoral para dentro de dos años lo cierto es que los partidos, coaliciones, alianzas, frentes o como se le quieran llamar son solo instrumentos electorales que sirven a la hora de elegir candidatos, el tema es que todo el espectro partidario tanto oficialismo y oposicion, en el fondo mas o menos dicen y hacen los mismo a la hora de legislar o gobernar.

Lo pongo mas claro: no es una cuestion de nombres, colores partidarios o una cuestion de mas o menos corrupcion, modos institucionales o capacitad de gestion, la politica en serio se trata de ideas, conductas y metodos para modificar las condiciones de vida de todos los habitantes de este municipio, provincia, pais y en definitiva de este mundo, debemos entender de que se trata o sigamos bailando por un sueño. Saludos Cordiales.

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