martes, 10 de junio de 2008

ALFREDO ESAINS





Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta.
Ralph Waldo Emerson



Allá por mayo de 1992 buscando en Brandsen quien me construyera unos galpones para criar cerdos, llegue hasta la oficina de Alfredo sobre la ruta 210, ahí lo conocí y charle por primera vez con él.

Con su constructora edifique mi criadero, me arregló techos rotos por el viento, también me acompaño en otros emprendimientos tanto acá como unos cuantos kilómetros mas alejados. Fue él quien me invito a participar de la Cámara de Comercio Industria y Producción, allá por el año 96 cuando la Presidía, lo acompañé en innumerables viajes de esos que hacía para reclamar o proponer soluciones para el sector, compartimos muchísimos momentos y aprendí de su voluntad y optimismo para resolver problemas, de su capacidad de idear soluciones para cualquier cosa.

Lo que mas me gustaba era los sábados a la mañana darme un vuelta por su oficina de la fábrica a tomar mate, conversar de todo y sobre todo, de política.

Siempre discutíamos, a veces en voz alta y hasta alguna vez nos peleamos fulero.

Siempre fue áspero, pero reconocer su gran corazón, siempre hizo que siguiéramos siendo amigos a pesar de todo.

Ahora que dicidiste no pelearla más, te vamos a extrañar más que nunca, entre todos quien esto escribe que sabe bien lo que fue contar con tu ayuda cada vez que la necesité.

Agradezco haberte conocido a vos y a tu familia.

Seguir tomando unos mates con tu hijo Federico en la oficina de la fábrica, como hace tantos años, es mi homenaje a nuestra amistad que continúa por siempre.


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