viernes, 28 de agosto de 2009

Breves reflexiones repetidas que me provoca el Facebook.


Hace varios meses atrás acumule en mi casilla de mensajes numerosas invitaciones a participar de distintas redes sociales, cierto día decidí darle curso a todas, pero recién hace unas semanas las atiendo regularmente, lo cierto que fui tomando contacto con muchos conocidos, algunos viejos militantes radicales otros no tanto pero que componen lo que hoy en día se conoce como el espacio del Acuerdo Cívico y Social o panradicalismo, lamentablemente confirmo todos los días la distancia de percepción de la realidad política con muchos de ellos, que incurren en los lugares comunes del antiperonismo visceral, hoy traducido en antikirchnerismo, como hablar de monarquía con K, o decir que el nuevo proyecto de ley de medios audiovisuales es "para terminar con la radiodifusión democrática".

Mi credulidad me hace no poder entender como se puede resumir la militancia partidaria en repetir sloganes de algún laboratorio comunicacional, el poco margen para la reflexión y el debate que tienen los partidos políticos; Fraccionados en múltiples sellos y hoy mas que nunca reducidos a meros instrumentos para cumplir con la ley electoral en la postulación de candidatos a cargos en la administración publica.
En cuanto a los contenidos ideológicos, esta claro que de eso se encargan las corporaciones mediáticas fijando la agenda política, los discursos y decidir lo que es "políticamente correcto".

Lo preocupante de esta situación es que esta oposición electoral cree que puede ser alternativa de gobierno. Humildemente creemos que si no se supo, no se quiso o no se pudo aprender de los errores cometidos, difícilmente sera capaz de no volver a cometerlos.
Confundir la "la resistencia partidaria" como si fueran los portadores del fuego sagrado de la militancia, bastión de la fe doctrinaria e ideológica, a esta altura de la historia nos parece que linda con cierta perversa ingenuidad mezclada de romanticismo nostálgico.

Digo estas cosas a pesar de los amigos y amigas que insisten en catalogar mis reflexiones como supuesta adhesión al "Kirchnerismo" y siguen sin entender que construir el espacio nacional, popular y democrático, no es una cuestión de nombres y apariencias, se trata de rescatar (mas allá de los sellos partidarios ) ideas que nos querían hacer creer que habían muerto.

Saludos Cordiales.


PD: quizás decir estas cosas sea un intento de hacer para-Kirchnerismo, que hace rato Anahí califico de galimatías y le sigo debiendo su correspondiente aclaración.

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