martes, 8 de junio de 2010

Nada es lo que parece, el efecto R.A. y nadie es perfecto.

La interna de afiliados de la UCR de la provincia de Buenos Aires, se mediatizó de tal manera que aparentó ser el enfrentamiento de un "viejo aparato partidario" con "un nuevo radicalismo" en un hábil intento de sensibilizar con la nostalgia por el proceso partidario de renovación y cambio que encabezara Raul Alfonsín a comienzos de la década del 80.

El triunfo de Ricardo, demostró que esa apelación al alma de los radicales es bastante eficaz en términos electorales, aunque los resultados finales son mas ajustados de los que se instalaron en los medios el domingo por la noche y el lunes, quizás con la intención de potenciar el efecto R.A.

Anteanoche le preguntaba a mi hermano Tutino, que sigue afiliado al radicalismo, por qué había votado por Ricardo, me decía que para ponerle un freno a Cobos y por cierto recuerdo con lo mejor de Raúl Alfonsín, pero que si no cambiaban en serio el discurso y la propuesta política ni en pedo los votaba en las generales, mi hermano no es el mejor ejemplo del pensamiento promedio del afiliado radical, pero valga el ejemplo para saber que influenció el voto del domingo.

Lo cierto, que mas allá del montaje marketinero de lo nuevo contra lo viejo y el enfrentamiento al "aparato", sustantivo que se adjetivizó en la representación de lo nefasto por excelencia, gracias a la cultura neoliberal, Ricardo fue en el 2007, el candidato a gobernador del "aparato" que llevo a Lavagna como presidente y que solo en la provincia de Buenos Aires intervino decenas de comites de distrito para garantizar el control de las listas de candidatos en las elecciones de aquel entonces, en sociedad con lo hoy denostado como "viejo", el año pasado nuevamente candidato a diputado nacional, donde ya se perfilaba este resultado y para no aburrir, solo una perlita para entender que de "aparatos" mejor no hablar.

En este blog nos hemos ocupado bastante sobre la superficialidad de ciertos usos que se hacen de las palabras socialdemocracia y demás lugares comunes al que suelen recurrir los actuales dirigentes del radicalismo, como si la evocación o la repetición de discursos ochentosos, garanticen algo mas que cierta nostalgia por lo que no se pudo, no se supo o no se quiso hace 30 años atrás.

De lo que pudimos leer por ahí, nos llamo la atención la excesiva consideración sobre la figura de Ricardo Alfonsín, como la de Artemio Lopez en su blog, mas ajustado a la realidad nos pareció el articulo sobre quien ganó y quien perdió en la internas de la UCR PBA en el blog del Ingeniero.

Y para ir terminando con este tema, aclaramos que las imágenes que encabezan este artículo corresponden, una a la tapa de la revista Argumento Político del año 83 y la otra, a la foto del acto de cierre de campaña de las recientes internas en el club Ferro, para nosotros la única coincidencia entre ambas es el uso de la frase "el nuevo radicalismo", pero en consideración con todos los nostalgiosos que les gusta ver lo que no es, les dejamos este final de película con un dialogo imperdible entre Joe E. Brown y Jack Lemmon, porque después de todo, bueno, nadie es perfecto.

Saludos Cordiales.

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